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Castilla y León

De EnciclopediaGuanche

(Redirigido desde «Segovia»)

Castilla y León es una de las comunidades autónomas del Estado español, constituyéndose como autonomía en 1983. Su territorio se sitúa en la parte norte de la meseta de la península ibérica y se corresponde mayoritariamente con la parte española de la cuenca hidrográfica del Duero. Está compuesta por nueve provincias: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Es la comunidad autónoma más extensa de España, con una superficie de 94 226 km²,1​ y la sexta más poblada, con 2 409 166 habitantes en 2019.

Aunque posee algunos sistemas montañosos, el territorio de Castilla y León es fundamentalmente una meseta o altiplanicie, limitada al norte por la Cordillera Cantábrica que separa a este árido territorio de los territorios costeros más húmedos del norte ibérico.

Pese a tener ciudades de cierta importancia como Valladolid, capital autonómica, se trata de un territorio extenso y relativamente poco poblado. Amplias extensiones de su territorio rural, con pequeñas aldeas, sufre un notable proceso de despoblamiento. Aún así, forma parte de la "España rica", como lo son los territorios de la mitad norte de la Península Ibérica salvo Galicia.

El patrimonio de Castilla y León incluye: 9 bienes Patrimonio de la Humanidad, ​casi 1800 bienes de interés cultural clasificados, 112 conjuntos históricos, 400 museos, más de 500 castillos, de los cuales 16 son considerados de alto valor histórico, 12 catedrales, 1 concatedral, y la mayor concentración de arte románico del mundo. Castilla y León constituye junto a la región italiana de la Lombardía la región del mundo con más bienes distinguidos con la máxima figura de protección que otorga la Unesco, con un total de 11 bienes.

Aunque cuenta con algunas zonas industriales importantes en Valladolid, Burgos, León o Ponferrada (incluyendo la industria automovilísitca), así como algunas zonas mineras, Castilla se identifica como una de las principales zonas cerealísticas de España. Además del cereal, en la agricultura castellano-leonesa también destaca la vid y, ligada a ella, la elaboración de vino.

En torno a la actual provincia de Burgos se originó primero como condado lo que a la larga se convertiría en el Reino de Castilla, que en la Plena Edad Media se convertiría en uno de los más fuertes de los reinos cristianos de la Península Ibérica, sobre todo tras absorber al Reino de León. Con la unificación de las Coronas de Castilla y Aragón en lo que luego se denominaría España, hubo un reparto de áreas de influencia entre ambos territorios, Castilla más hacia el Océano Atlántico y todo los dominios coloniales, y Aragón más hacia el Mar Mediterráneo. La llegada de la dinastía borbónica en el siglo XVIII supuso la desaparición de las instituciones propias de la parte aragonesa (en parte las castellanas ya habían vivido un proceso semejante con la llegada de Carlos I a principios del siglo XVI, reforzando la autoridad del rey en detrimento de las cortes) y, en la práctica la hegemonía política, aunque no económica, castellana en la consolidación del Estado español. Sin embargo, aunque se encontraban dentro del territorio de Castilla, la elección por parte de Felipe II de Madrid, hasta entonces una villa poco importante, como capital del reino, supuso una enorme pérdida para otras capitales históricas como Valladolid o Toledo (esta última en la actual Castilla - La Mancha) y, Madrid, aunque en teoría castellana, fue creciendo rápidamente debido a su condición de capital, perdiendo el vínculo con los territorios circundantes, pero absorbiendo su población.

El territorio de la actual comunidad autónoma de Castilla y León se dividía en las regiones históricas de Castilla La Vieja y la región de León (formada por las provincias de León, Zamora y Salamanca). El proceso autonómico supuso la unión de ambos territorios, mientras que La Rioja, en el valle del Ebro, y que pertenecía a Castilla La Vieja, se convirtió en otra comunidad autónoma. El desigual desarrollo entre ambos territorios, además de algunas diferencias culturales (Castilla La Vieja es la cuna del castellano o idioma español, mientras que en algunas zonas de León se conserva, aunque en retroceso, el leonés, variante del idioma asturiano, además de contar con algunas comarcas donde se habla galego) ha llevado al surgimmiento de un movimiento regionalista leonés que pide una autonomía diferente para las tres provincias que formaban la región de León.

De las dos Castillas, Castilla y León o Castilla la Vieja, la situada más al norte, es quizás la que menos relación histórica ha tenido con Canarias. El proceso de conquista de Canarias fue posterior a la expansión de Castilla hacia el sur, tras la conquista de los reinos musulmanes ibéricos, proceso que además tuvo sus implicaciones sociales y económicas (en los primeros momentos los repartos de tierras entre los pobladores fueron más equilibrados, mientras que a medida que Castilla se expandía hacia al sur, los repartos se hacían de un modo más desigual favoreciendo el surgimiento de terratenientes, proceso que se hizo más acusado en Andalucía y Extremadura. Por eso la propiedad está mejor repartida en Castilla y León que en Castilla La Mancha). Aunque en esa época no había una capitalidad fija, durante buena parte del proceso de conquista de Canarias coincidió con momentos en los que la capitalidad y sede de la potencia conquistadora, Castilla, se encontraba en Valladolid.