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Óscar Domínguez

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Placa conmemorativa.

Óscar Domínguez (San Cristóbal de La Laguna, 3 de enero de 1906París, 31 de diciembre de 1957) fue un pintor surrealista canario perteneciente a la generación del 27.

Biografía

Infancia

Nacimiento y circunstancias

Casa natal.

Óscar Manuel Domínguez Palazón nació el 3 de enero de 1906 en la casa marcada entonces con el número 64 de la calle Herradores de La Laguna, en Tenerife, Islas Canarias. Fue el único hijo varón del matrimonio formado por Antonio Andrés Domínguez, un terrateniente poseedor de extensas propiedades agrícolas de Tacoronte, y María Palazón Riquelme, lagunera de familia de procedencia murciana; ≪fruto, según se murmujeaba, del reencuentro de la joven pareja tras algunas desavenencias por líos de faldas. Andando los años, el propio Óscar se vanagloriaría de ser fruto del amor renacido, e incluso pondría en labios de la madre moribunda una hipotética conversación con su padre, con la que [...] quiso proteger para siempre a l'enfant de notre reconciliation, que ne sois jamais de chagrin.≫;[1] de esta manera y de acuerdo con el pintor, su madre, en su lecho de muerte, le habría hecho jurar a su padre que el niño no lloraría jamás.[2][3] Su bautizo se celebró en la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción de la misma ciudad el 26 de abril. Fueron padrinos su hermana Julia Domínguez Palazón, que contaba entonces con doce años de edad, y José Izquierdo Domínguez, primo hermano y estrecho amigo de Antonio Domínguez.

«Al hecho de ser hijo del amor le atribuyó Domínguez un valor premonitorio. Su madre -tal como le confesaría en París a su amigo Marcel Jean- había sufrido un intento de envenenamiento a manos de una mujer con quien su padre mantenía relaciones. Fruto de la reconciliación entre sus progenitores fue su nacimiento».[4] En relación al episodio sobre la tentativa de intoxicación de María Palazón, el también pintor Marcel Jean habría recuperado textualmente información oral proporcionada por el mismo Óscar Domínguez:

«Avant ma naissance -ma mère- lui avait déjà donné deux filles. Il s'éprit de une femme habitant dans una propiété voisine de la sienne. Cette espagnole, très belle, devint sa maîtresse; elle lui rendait parfois visite dans sa demeure, ma mère acceptant en silence la prèsence de sa rivale. Un jour que tous trois prenaient le café, ma mère trouva au liquide un goùt singulier; elle s'abstint de la boire et s'arrangea pour remporter les tasses à l'office, où elle versa le contenu de la sienne dans una petite bouteille, puis elle le fit analyser par un pharmacien. Le breuvage contenait du poison.»[5]


Investigaciones subsecuentes desmentirían la versión de Óscar Domínguez con respecto a estos hechos, «ya que la que vertió el veneno en la copa de la madre de Óscar Domínguez no fue una propietaria de una finca vecina, sino una sirviente de la casa».[6] En cuanto a la solicitud de juramento que Domínguez pone en boca de su madre, también recogido por Jean:

«Notre fils, lui dit-elle, l'enfant de notre reconciliation, je veux qu'il ne soit jamais de chagrin. Jure-moi que ce enfant ne pleurera jamais.»[7]


Todo parece indicar que esto último es falso, «ya que sus hermanas así lo afirman. Tal juramento es producto de la fantasía de Domínguez».[8]


Primeros años

Residencia en Tacoronte.

Cuando Óscar Domínguez cuenta con un año de edad, su madre, de veintinueve, queda nuevamente embarazada. María Palazón Riquelme daría a luz una niña en la misma casa donde naciera Óscar el 21 de diciembre de 1907. La recién nacida, de nombre María Demetria, fallece sin embargo a los dos días, de acuerdo con el acta parroquial de defunción ≪de vicio de conformidad≫; es decir, a causa de una malformación física o, más concretamente, por su deformación craneal. Tres semanas después fallecería asimismo María Palazón a causa de una septicemia puerperal.[9] A sus tres años, Domínguez contrae a su vez la corea de Sydenham, conocida popularmente como «mal de San Vito», tras el susto ocasionado por el encuentro con un perro. Los síntomas fueron la pérdida del habla y una parálisis que lo tuvo postrado durante dos años. En este tiempo sólo podría realizar movimientos involuntarios. No llegaría a recuperarse totalmente hasta los cinco años de edad.

Al quedar huérfano de madre, atrae Domínguez los cuidados de sus dos hermanas mayores y de su abuela paterna Federica. Ya entonces, ≪se podía adivinar su vocación de pintor, pero lo que había causado mayor extrañeza durante su infancia era la arbitrariedad de su carácter, su rebeldía natural, su falta de prejuicios o hábitos morales. De una manera natural se desarrollaba su individualismo frente a toda norma y a toda conducta establecida≫.[10] El trato con las sirvientas de la casa implicaría asimismo un factor de consideración en la configuración temprana de su personalidad. Inicialmente, se habría resaltado la posible influencia ≪de una fiel sirvienta de gran hermosura campesina e inclinación a tradiciones orales de brujería, llamada Concha la "Corre-Corre"≫;[11] sin embargo, posteriormente se señalará como ≪falsa la importancia que le concede Eduardo Westerdahl a una de las criadas de la casa, llamada Concha "la corre-corre". Westerdahl ha difundido la leyenda de que era una hechicera que echaba las cartas y que introdujo a Óscar en el mundo de las artes mágicas y la superchería popular. Según la información [...] de sus dos hermanas esto es completamente falso≫.[12]

El padre de Óscar Domínguez, Antonio Andrés Domínguez de Mesa, a quien el pintor habría admirado con vehemencia, ha sido retratado por diferentes crónicas o testimonios como ≪refinado≫, ≪elegante≫, ≪culto≫, ≪solitario≫, ≪buen conversador≫, ≪de elegante atuendo≫, así como ≪algo mujeriego≫. Emprendía frecuentes viajes a Europa, donde se proveería de instrumentación; un telescopio, cámaras fotográficas, prismáticos, etc. Tendente al coleccionismo, complementan su residencia libros de tricomías, restos óseos de aborígenes, mariposas disecadas, cerámicas y paisajes de su autoría. Poseedor de una habilidad manual extraordinaria, de acuerdo con el pintor, ≪Il était agronome, ingénieur, peintre, mécanicien. C'est lui d'ailleurs qui m'a appris 'a peindre≫;[13] los paisajes de amateur al óleo que realizara Antonio Andrés habrían supuesto las primeras lecciones pictóricas de Óscar Domínguez. Por otra parte, Domínguez de Mesa, de ideales liberales y vocación política, resultaría investido alcalde de Tacoronte durante la Segunda República. El liberalismo ≪condicionó en cierto modo la educación de Óscar, ya que su padre permitía dar rienda suelta a su personalidad infantil y no recurría a castigos y reprimendas≫.[14]

Hasta la edad de ocho años, Óscar Domínguez y su familia residen en la calle Herradores de La Laguna, pasando alguna temporada en Santa Cruz de Tenerife y veraneando en la casa paterna de Tacoronte, en el barrio de El Calvario. Con el fallecimiento de María Palazón, el padre de Óscar intensificará su presencia en Tacoronte para mejorar el control de la explotación de las tierras de su propiedad; es entre los años 1913 y 1914 cuando se estima que la familia Domínguez establece su residencia definitiva en la casa de El Calvario.[15]

En su niñez, impresiona vivamente al futuro artista la muerte de su prima Mariquita, compañera de juegos de su misma edad; ya en su adultez, rememoraría cómo en su sepelio la niña fue enterrada en una caja de tapa de cristal. Finalmente, ≪el anecdotario de sus travesuras infantiles es inacabable. En cierta ocasión se cuenta que en la playa de Guayonge salió a remar con un pequeño bote que se había construido [...] y se salvó gracias a unos pescadores que se tiraron para rescatarle. En otra ocasión le arrancó una muela de oro a su primo Juanito Domínguez porque no tenía dinero para ir al cine≫.[16]

Vecindad en Tacoronte

Finca en Guayonje.

Los juegos infantiles de Óscar Domínguez en las playas de arena negra como las de Guayonje, los escarpados barrancos de la región o el jardín de su casa de El Calvario, junto con otras particularidades características de Tacoronte, proveerían al futuro artista de una imaginería personal que habría de verse reflejada posteriormente como parte integrante de su obra.

En Tacoronte, el padre de Óscar Domínguez prestaría especial atención a su finca de Guayonje, provista de varias series de bancales al pie de un acantiliado de unos 700 m.s.m.; Antonio Domínguez habría diseñado para el terreno un sistema de riego propio, así como un modelo de teleférico a motor mediante el cual se valdría para el transporte de los productos, el ascenso de la cosecha de plataneras y el descenso de provisiones. Posteriormente, se haría construir asimismo una casa de veraneo en un pequeño altozano rodeado de cañaverales y cercano al mar, caracterizada por su pequeño torreón coronado de almenas, que le daría el aspecto de un castillete.

La casa de Óscar Domínguez en Tacoronte se halla en un enclave dominado entonces por una serie de alhóndigas. Años después de su muerte, el político, periodista y amigo personal del pintor, Elfidio Alonso Rodríguez, recordaría:

«En una de esas alhóndigas, la situada excatamente frente a la casa de Domínguez, asesinaron a una pobre borracha que la había tomado por hogar. Ameneció colgada de una ventana, cosida a puñaladas. El horrendo crimen se perpetró antes de nacer nosotros, pero se oía en nuestra infancia como un romance de ciegos.»[17]


La imagen de la prostituta empalada puede econtrarse en uno de sus óleos de 1934, Recuerdo de mi isla o Paisaje de Canarias.

En el huerto de la misma casa de El Calvario, crecía además un antiquísimo ejemplar de drago, el cual, antes de caer derribado por un temporal, habría de convertirse en uno de los iconos más sugestivos de su pintura.

Juventud

Bachiller en La Laguna

A los doce años de edad, Óscar Domínguez es enviado por su padre como interno a un pensionado de estudiantes anexo al Instituto de Segunda Enseñanza de La Laguna. Del año 1924, cuando aún no había conluido sus estudios en el Instituto, data un testimonio fotográfico que evidencia su temprana vocación pictórica; en una terraza de su casa de Guayonge posa ante un cuadro suyo que representa un desnudo femenino y cuyo estilo recuerda a la estética del art decó. Asimismo, de 1924 y 1925 se conservan algunas primeras ilustraciones de Domínguez a lápiz y acuarela, tales como Mujer con mantón y fondo urbano, Retrato de mujer, Cabeza de mujer y Mujer con pañuelo.

Sus estudios en el Instituto de La Laguna no fueron nada brillantes; el mismo día que expiraba el plazo de matrícula para el curso 1921-1922, Antonio A. Domínguez acude al centro para formalizar el ingreso de su hijo como repetidor en las asignaturas de primero de bachillerato; al mismo tiempo, inscrito a todos los efectos en el centro oficial de estudios de La Laguna, Óscar Domínguez figurará en las listas de alumnado del Establecimiento de Segunda Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife. En el curso académico 1922-1923, Domínguez es matriculado de nuevo por su padre en seis asignaturas, de las que sólo aprobará la pendiente e Historia de España, beneficiándose además de un suficiente general en Gimnasia; no se presentaría al examen de las tres restantes asignaturas en las dos convocatorias de ese mismo año. Por último, es inscrito en el curso 1923-1924 del centro, sin que acuda a las pruebas finales. Es en este último periodo cuando el pintor renuncia definitivamente a sus estudios.

Primera estancia en París

Óscar Domínguez habría abandonado la isla de Tenerife a los diecinueve años y marchado a París donde, según su propio testimonio, «se encontraba desde enero de 1925»;[18] su padre habría enviado al jóven pintor a la capital francesa para que desempeñara las funciones de oficinista junto a su representante en el envío de futas, no ejerciendo para la empresa ninguna función de responsabilidad económica destacable. Por su parte, «Óscar Domínguez estaba interesado en hacerse pasar por representante de una juventud despreocupada y alegre, de una "jeunesse dorée"[19] Esta razón podría haber motivado parte de sus semblanzas de la época:

«En fait e passais le plus clair de mon temps à faire la fête. Il m'arrivait d'apparaître aux Halles, vers cinq heures du matin, sortant d'une boîte de nuit; dans le bureaux des comissionnaires»[20]


En esta primera estancia parisiense, Óscar estuvo acompañado por su hermana Antonia y por su cuñado, el también pintor Álvaro Fariña, quienes se hallaban instalados en un apartamento de la ciudad. El mismo año, Domínguez es llamado a filas para el ejercicio del servicio militar obligatorio. Sin embargo, no se incorpora en su momento a la milicia al solicitarse formalmente la reducción del servicio, para cuya concesión se requerirá el abono de una cuota total de cinco mil pesetas;[21] de esta forma, Óscar Domínguez ingresaría posteriormente en la milicia bajo la denominación popular de «recluta de cuota».

Servicio militar

Próxima la fecha de su ingreso en el cuartel para el cumplimiento del periodo de formación castrense, es depositada en el consulado de España de la capital francesa una instancia dirigida al capitán general de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, con firma de Óscar Domínguez Palazón en París el 24 de septiembre de 1927, por la que se solicita la prórroga de la fecha de incorporación del signatario al Ejército. Justifica esta petición la razón de encontrarse el artista por entonces en París «dedicado al comercio de frutas y que abandonarlo le acarrearía grandes perjuicios que ocasionarían casi totalmente la pérdida del negocio con el que gana el sustento de la vida»; esto es, que «no podría estar en las islas en el momento de ser citado, no queriendo caer en falta alguna cuando a su llamada no se encuentre en ésa, teniendo fielísima intención de cumplir sus deberes militares tan pronto le sea factible».[22] El escrito de petición de prórroga es enviado por el consulado español al Ministerio de Estado de Madrid para su remisión por conducto reglamentario a la Capitanía General de Canarias, donde tendría entrada en las oficinas de Estado Mayor el 28 de octubre. Sin embargo, la instancia no se incluye en la Caja de Reclutas de Tenerife para su informe preceptivo hasta el 7 de enero de 1928. La prensa local sin embargo daría constancia de la presencia de Domínguez en su tierra natal a finales de marzo de 1927, al informar sobre el banquete de reconocimiento que el día veinte ofrecieran «los socios, amigos y admiradores» del joven pintor en los salones del Círculo Minerva de Tacoronte, cuyas paredes él mismo habría decorado. Entre los oradores intervinientes en el acto figurará el periodista tacorontero Antonio Dorta.[23] La solicitud de prórroga de ingreso resultaría finalmente denegada.

En Tenerife permaneció Óscar Domínguez el tiempo que duró el periodo de instrucción en el acuartalemaiento de costa del Regimiento Mixto de Artillería, que concluyó en octubre del mismo 1928. De esa etapa de su vida se conserva al menos un testimonio gráfico de su ejercicio en el servicio militar. Durante su instrucción en el Ateneo, Domínguez tendría noticias del colectivo multidisciplinar de artistas Pajaritas de Papel y el desarrollo de sus actividad teatral en torno al Círculo de Bellas Artes de Tenerife por mediación del poeta y compañero en el servicio militar, Domingo López Torres.[24] Inmediatamente después de haber completado el tiempo de servicio en filas, jurar bandera y obtener liciencia ilimitada como soldado de cuota, Domínguez eleva un nuevo escrito a la autoridad militar del archipiélago, el 8 de noviembre inmediato, en solicitud de autorización para «regresar a París, siéndole de absoluta necesidad el volver a la citada capital de Francia, por el tiempo de un año, para atender a sus intereses, que se encuentran en la actualidad en estado de abandono, a la vez que se compromete a presentarse en todo momento en que la Nación lo exija».[25] En el informe correspondiente, firmado el día 13, el coronel del regimiento mixto de Artillería de Tenerife «estima que pudiera accederse a lo solicitado» de acuerdo a la anotación mecanografiada al margen del escrito de referencia. En razón del requerimiento de su persona para el otorgamiento de poder frente a notario mediante firma, Domínguez habría permanecido, al menos, hasta el 30 de enero de 1929 en Tenerife.

Exposición del Círculo de Bellas Artes de 1928

A finales de 1928 Óscar Domínguez expone sus primeros lienzos en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife junto con la pintora francesa Lily Guett. El catálogo de la exposición recogería sus siguientes obras: La violinista de "Fetiche", Vendedores ambulantes, En casa de la modista, La partida de naipes, Formas, Arlequín y su mujer, Las muchachas que van por agua, Hombre pintando, Mujer con bufanda roja, La Exposición, así como tres trabajos sobre Naturaleza muerta. Las obras son por entonces duramente criticadas, en particular por el escritor Ernesto Pestana Ramos, uno de los redactores de la revista La Rosa de los Vientos:

«Si preguntáramos a Óscar Domínguez qué se propuso hacer manchando unas telas sin orden preconcebido, sin combinación plástica de masas y colores, seguramente no sabría responder a la pregunta. O si contestara con sinceridad, diría: "He querido hacer que no se me entienda haciendo un cubismo que yo no he entendido".[26]


Muerte de Antonio Domínguez

El 10 de septiembre e 1931 Óscar Domínguez pierde a su padre Antonio Domínguez de Mesa, quien fallece acosado por los acreedores y dejando a su familia en una situación económica comprometida; la familia perdería el derecho sobre la mayoría de los bienes de Antonio A. Domínguez ante las deudas contraídas por su propietario. En este momento, Óscar decide regresar a Tenerife para intervenir en la gestión administrativa de la herencia de su padre, con escasos logros. En enero de 1932 retorna a París. Hasta entonces Óscar Domínguez se habría mantenido gracias a una asignación mensual que recibía de Canarias. El joven pintor decide entonces ofertar sus servicios para la industria publicitaria. A raíz de los acontecimientos, Domínguez iniciaría en estas fechas sus trayectoria como profesional del diseño, ≪oficio que -según Jean- ejerció con imaginación, facilidad y desgana≫.[27]

En este tiempo el pintor asiste a exposiciones de pintura moderna y frecuenta academias en las que se dibuja del natural con modelos a fin de mejorar sus dotes profesionales. La mayor parte de su trabajo como publicista, de la cual apenas se conservan obras, datan de 1934; entre ellas se halla un anuncio para la marca de caramelos de mantequilla Krama encargado por la Office International de Publicité et d'Edition, así como un cartel turístico para el Patronato de Turismo del Cabildo Insular de Tenerife. Por otra parte, Óscar Domínguez recurriría durante estos años a la falsificación de obras consagradas de autores como Monet o Sisley para la obtención de una mayor ganancia económica.

Trayectoria profesional

Exposiciones en Canarias

Exposición del Círculo de Bellas Artes de 1932

En 1932 Óscar Domínguez presenta sus primeros lienzos surrealistas en la exposición anual del Círculo de Bellas Artes de Tenerife entre el 18 y el 31 de diciembre junto a la obra de Robert Gumbricht, Servando del Pilar, Álvaro Fariña, Pedro de Guezala, Francisco Borges y Francisco Bonnin. Domingo López Torres dedicará un elogioso artículo a la muestra del pintor en La Prensa el 21 de diciembre. Otro reportaje, firmado por ≪Leonardo≫, recogerá positivamente la propuesta pictórica de Óscar Domínguez en el reportaje Exposición del Círculo de Bellas Artes el 29 de diciembre en el periódico Hoy.

«De lo más avanzado y audaz de la exposición de este año son los cuadros de Óscar Domínguez.Surrealista, navegando por las alcantarillas de sí mismo, nos descubre verdaderos paisajes interiores, no de tanto valor desde el punto de vista pictórico (aunque Visión de París es de una perfecta realización) como desde el punto de vista científico, como documento psíquico de la época, como psicograma perfecto: la pintura al servicio de la ciencia.»[28]


Exposiciones de Gaceta de Arte de 1933
Exposición individual del Círculo de Bellas Artes

En 1933 Domínguez envía desde París al equipo de redacción de Gaceta de Arte el texto Revista internacional de exposiciones, el cual resulta publicado en marzo del mismo año por la propia gaceta en su número 13.[29] Poco después Domínguez realiza un nuevo viaje a Tenerife acompañado por Roma, una consumada pianista polaca, hija de un médico y de una traductora de consignatarios de buques, de amplia cultura y un gran dominio de los idiomas. Aunque los padres de Roma tenían una posición económica elevada, su hija vivía separada de ellos sin recibir asignaciones económicas. Óscar y Roma convivirían durante este tiempo llevando una vida bohemia, con algunas penalidades en el barrio de Montmartre.[30]

La primera exposición indivicual de Óscar Domínguez es organizada por el grupo de Gaceta de Arte y celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife entre el 4 y el 15 de mayo. Gaceta de Arte incluirá paralelamente un breve artículo sobre la muestra en su número 15 del mismo mes.[31] Para esta ocasión se exhibirán los lienzos del surrealista tinerfeño Mujer invisible, Niveles del deseo, ≪La France≫, Edipo, El enigma de la inspiración, Estudio para autorretrato, ≪Extase≫, Efecto surrealista, Muerte de un buey, Tarde de amor nº 1, Tarde de amor nº 2, El deseo, Asunto decorativo, Mi país natal, así como un segundo Efecto surrealista. Eduardo Westerdahl publica en La Tarde un primer reportaje el 9 de mayo, Círculo de Bellas Artes: La exposición surrealista del pintor Óscar Domínguez, mientras Domingo López Torres le dedica dos artículos: Expresión de Gaceta de Arte: ¿Qué es el surrealismo?[32] y Expresión de Gaceta de Arte: el surrealismo.[33]

«Las 15 obras que presenta muestran dentro de la tendencia surrealista la temática de lo sexual. O.D. hace grandes exploraciones en la subconsciencia, regresando en todas sus telas con una dominante en que aparecen los instintos reprimidos. Pintor de gran capacidad imaginativa, conduce su pintura con gran sinceridad y se expresa plásticamente con tintas de gran placidez.»[34]


De la redacción publicada por Eduardo Westerdahl a tenor de la muestra de 1933 se extrae el siguiente comentario:

«Óscar Domínguez, dentro de su escuela, ¿cómo procede? Vayamos más cerca aún. Afirmemos: Óscar Domínguez, en su vida privada, desde los pies a la cabeza, en todas las direcciones de sus pasos, es auténticamente surrealista. Él ama la tendencia como cosa propia, como trozo de él mismo. No es la impostura de un "snob". Es la más sincera consecuencia de una psicología extraña. Óscar se aparta de la perfecta construcción objetiva, de las formas reales de Salvador Dalí. Dalí ama las formas. Óscar está más dentro del sueño. Asi Dalí marca la pauta de acabar los cuadros; Óscar no los acaba. Cuando se encuentra con un cuerpo lo expande como si trabajara en gases. El gas es su perfecto vehículo del sueño.»[35]


Exposición del Círculo Mercantil de Las Palmas

Tres meses después de la exposición en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, Óscar Domínguez participará junto con Servando del Pilar y Robert Gumbricht en una exposición colectiva organizada nuevamente por Gaceta de Arte en el Círculo Mercantil de Las Palmas, en Gran Canaria. En esta ocasión serán cuatro los artículos publicados sobre la muestra: Visión: Óscar Domínguez[36], Pasen, señores, pasen!...[37], g.a. en Las Palmas: Óscar Domínguez,[38] y La exposición de 'Gaceta de Arte' en el Círculo Mercantil.[39]

Agustín Espinosa, residente en estos años de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, expresaría sus impresiones sobre la obra del pintor en los siguientes términos:

«Óscar Domínguez porta su humanidad tropical y fáunica. Un dios sexual le inspira y contiende. Sueños de tortura y pesadillas de amor se desperezan en sus lienzos. Lo sobrerreal sacude los railes de su tren en llamas. Un buque fantasma le arrastra por un borrascoso mar florecido de olas como lenguas de mujer, poblado de peces como femeninos sexos, surcado de corrientes como largos espasmos, agitado por vientos de un deseo insatisfecho y eterno.»[40]


Por su parte, José Mateo Díaz refiere en el periódico La Provincia:

«Frente a la pura limpieza, serenidad, de Servando del Pilar, Óscar Domínguez destaca la suciedad -sin reproche- de sus erotismos surrealistas. Colores opacos, mates, convulsos. Formas mezcladas, revueltas, donde la líbido calenturienta ve caballos con pechos femeninos, cuerpos o trozos de cuerpos de mujeres fundidos con formas de la más diversa catadura, elementos y alusiones sexuales en todas partes. Todo está en este pintor revuelto de la manera más arbitraria y personal. La imaginación construye sin trabas de ninguna especie, en desenfreno orgiástico y un poco demoniaco. Es el mundo agitado, espeso, revuelto de los sueños y la subconciencia, sobre el cual Freud y los psicoanalistas han tratado de hacer algo de luz. Todo está cargado de un cerrado dramatismo de locura.»[41]


Exposición surrealista de 1935

Gracias a la mediación de Óscar Domínguez, el equipo de redacción de Gaceta de Arte entraría en contacto con el círculo surrealista de París; como consecuencia de este encuentro, se celebra en 1935 la II Exposición Internacional de Surrealismo en el Ateneo de Santa Cruz de Tenerife; la primera muestra de estas características celebrada en España y la segunda dentro de su género con una pretendida proyección internacional. El evento, encabezado por Agustín Espinosa como presidente del Ateneo y secundado por el resto de componentes de la gaceta contaría con la presencia de los franceses André Breton, su mujer Jacqueline Lamba y el escritor Benjamin Péret; la asistencia del poeta surrealista Paul Éluard habría sido asimismo inicialmente prevista. La exhibición, abierta al público entre los días 11 y 21 de mayo, conllevaría la presentación de un conjunto de 76 obras conformado por óleos, acuarelas, aguafuertes o fotografías de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Salvador Dalí, Max Ernst, Alberto Giacometti, Hans Arp, Man Ray, René Magritte, Marcel Duchamp, Yves Tanguy, Victor Brauner o el propio Óscar Domínguez, entre otros. Paralelamente, la proyección de la película de 1930 La edad de oro del director Luis Buñuel habría sido programada para la clausura de la muestra; sin embargo, diversas movilizaciones institucionales y mediáticas promovidas por colectivos católicos insulares conllevarían la prohibición desde la Gobernación civil de sus diversos pases cinematográficos.[42]

Exposición de Arte Contemporáneo de 1936

En 1936, tras el padecimiento de una fiebre paratifoidea, Domínguez regresa a Tenerife para su participación presencial en la Exposición de Arte Contemporáneo celebrada entre el 10 y el 20 de junio en el Círculo de Bellas Artes; una iniciativa organizada a instancias del grupo de Gaceta de Arte en colaboración con la asociación ADLAN. La exposición presentará al público sus lienzos Máquina de coser electro-sexual, Recuerdo de mi isla, Cueva de guanches, Tengo razón y Mariposas perdidas en la montaña, así como cuatro dibujos. El 20 de junio, durante el acto de clausura de la exposición, Domínguez pronuncia una conferencia en la que evoca «la significación del objeto surrealista, los trabajos de Giacometti y explica una de las leyendas de uno de los cuadros que más expectación había causado en los visitantes de la exposición. Al llegar a este punto se advierten protestas en la sala que son sofocadas por el mismo público, quien prorrumpió en un largo aplauso al obtener del propio Domínguez la explicación del cuadro. Seguidamente continúa la conferencia en un tono delirante»[43] Eduardo Westerdahl publicaría una nota dedicada a Domínguez en el número 38 de Gaceta de Arte, así como un artículo en La Prensa, el 13 de junio.

Tras el alzamiento militar de julio, el pintor encuentra refugio en Puerto de la Cruz, en casa de su hermana Julia. El día 13 de agosto escribe a Marcel Jean:

«...pensaba estar en París el 22 de julio pero el mismo día de mi marcha estalla la revolución en España. Ahora, espero a ver qué ocurre y, a la primera ocasión, me iré a París. No puedo escribir nada, ahora no se puede escribir. Me limito, pues, a decirte que estoy en un buen lío. Espero poder verte pronto...»[44]


Grupo surrealista de París

En el número 28 de Gaceta de Arte de julio de 1934, Óscar Domínguez publica Carta de París. Conversación con Salvador Dalí;[45] desde al menos esta fecha dataría el encuentro del pintor tinerfeño con el grupo surrealista parisiense. El encuentro entre Domínguez y André Breton habría tenido lugar entre septiembre y octubre de 1934 en el café de la Place Blanche, donde el grupo surrealista se reunía habitualmente; antes de ingresar en el grupo ≪tuvo que enseñarle a Breton "dibujos y el catálogo de las exposiciones de 1933"≫.[46] Por entonces ≪Domínguez inaugura su técnica de la decalcomanía. Un trabajo que gaceta de arte publica por vez primera en la cubierta de la monograría que Westerdahl escribe sobre Willi Baumeister. Óscar hace sus primeras "decalcomanías sin objeto preconcebido" o "decalcomanías automáticas con interpretación premeditada" abriendo así un nuevo campo de experiencias para el surrealismo≫.[47]

El procedimiento para la realización de decalcomanías ha sido descrito de la siguiente manera:

«Con un grueso pincel debe extenderse gouache negro más o menos diluido y satinado que, inmediatamente, se recubrirá con otra hoja similar sobre la que a continuación se ejercerá una presión moderada. Después se levanta sin prisa la segunda hoja, y en ella aparece una representación plástica. Con este método, se pretende estimular la imaginación del espectador, en el sentido de que extraiga de las manchas distintas imágenes.»[48]


Hasta finales del decenio, la participación de Domínguez en las actividades del colectivo surrealista francés se torna habitual. En 1935 toma parte en la exposición International Kunststudstilling Kubisme-surrealisme, organizada por Vilhelm Bjerke-Petersen para su apertura al público entre los días 15 y 28 de enero en Copenhague; Domínguez contribuye en esta ocasión con la muestra de los lienzos Désir d'eté y Papillons perdus dans la montaigne. Entre julio y agosto, en compañía de Marcel Jean, Esteban Francés y Remedios Varo, renueva el procedimiento del cadáver exquisito durante una estancia en Barcelona, asociándole la técnica del fotomontaje. En 1935, se halla asimismo entre los firmantes del Ciclo sistemático de conferencias sobre las más recientes posiciones del surrealismo, así como de la octavilla colectiva Du temps que les surréalistes avaient raison, que escenificará la ruptura del movimiento surrealista de París con el Partido Comunista. En diciembre del mismo año forma parte de la exposición Dessins surréalistes en la Galería Aux quatre chemins del boulevard Raspail de París junto con Hans Bellmer, De Chirico, Hans Arp, Victor Brauner, Salvador Dalí, y Pablo Picasso, entre otros.

En este tiempo, Óscar Domínguez confecciona de manera alterna objetos surrealistas como Las peregrinaciones de Georges Hugnet, Exacte sensibilité, Spectre du silicum, conversión de la force y ≪Viaje al infinito≫ o ≪La llegada de la Belle Epoque≫, con los que participa junto a Marcel Jean, Arp, Giacometti, Tanguy, Breton, Picasso y Miró, en la Exposition surréaliste d'objects celebrada en mayo de 1936 en la Galería Charles Ratton de París.[49] Paralelamente a su participación presencial en la Exposición de Arte Contemporáneo del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, Domínguez se sumará a The International Surrealist Exhibition de las New Burlington Galleries de Londres, entre el 11 de junio y el 4 de julio. La décalcomanie sans objet préconçu de Domínguez es presentada por André Breton en el número 8 de la revista de orientación surrealista Minotaure, correspondiente a junio de 1936; «Breton muestra la decalcomanía como uno de los procedimientos que ha de ser incorporado a los "Secrets de l'art magique surréaliste". [...] Yves Tanguy, André Breton, Jacqueline Lamba, G. Hugnet y Marcel Jean, sus compañeros parisinos, aprenden el procedimiento a finales de 1935, y participan con sus decalcomanías en el número de Minotaure donde también aparece un relato de Benjamín Péret inspirado en estas imágenes.»[50] Asimismo, en 1936, colabora con una ilustración en aguafuerte, a través de la casa Editions G.L.M., en el libro de Georges Hugnet La Hampe de l'imaginaire.

Residencia en Montparnasse

Desde 1937, Óscar Domínguez traslada su residencia al barrio de Montparnasse, donde mantendrá una estancia fija hasta el final de su vida. Inicialmente se instala en un atelier situado en el nº 83 del Boulevard de Montparnasse; allí realiza diversos muebles surrealistas, entre los que destacan una gran mesa en forma de piano y un sillón obtenido tras cubrir con satén rojo el interior de una carretilla. Esta última obra, titulada La brouette capitonnée, aparece retratada en el número 10 de Minotaure sirviendo como asiento para un maniquí ataviado por Lucien Lelong en una fotografía de Man Ray. Posteriormente, Domínguez se domiciliaría en un estudio ubicado en el nº 23 de la rue Campagne Première, perteneciente al escritor César González Ruano y cedido por este al pintor en 1942.

En 1937 aparecen además las primeras decalcomanías del deseo, cuya técnica «consiste en aprovechar los paisajes inconscientemente como escenografía para una nueva creación. El artista interpreta la decalcomanía y de este modo "cierra" la obra.».[51] En este género destacará la serie de decalcomanías titulada Grisou, cuya publicación anunciara el editor Guy Lévis Mano para el mismo año; sin embargo, el libro no se llegaría a editar por falta de suscriptores. Grisou se presentará finalmente al público en 1990 gracias a la iniciativa de Jean-Luc Mercié, quien edita la serie respetando en lo posible el proyecto inicial de G.L.M. a partir de las 16 planchas originales reproducidas en fototipia. En los meses de marzo y abril, Domínguez participa en la exposición First British Artist Congress, organizada en Londres por la sección cultural del Partido Comunista inglés. En mayo intervendrá en la exposición inaugural de la Galerie Gradiva de París, dirigida por André Breton. El pintor tomará parte asimismo en las muestras Surrealism, impulsada por Shuzo Takiguchi para el mes de junio en Tokio, en la exposición surrealista organizada en la Gordon Fraser's Gallery por la oficina de la Sociedad artística de la Universidad de Cambridge entre octubre y noviembre, y en Surrealist Objects & Poems de la London Gallery, entre el 24 de noviembre y el 22 de diciembre.

En 1938 Óscar Domínguez participa en la Exposition internationale du surréalisme, organizada por Breton y Éluard en la Galerie des Beaux-Arts de París, del 7 de enero a finales de febrero. En esta ocasión presenta las obras Les Guanches, Le salon-plage, Madame, Le brouette capitonnée, Le Tireur, Larme y Jamais; estos dos últimos objetos se reproducen en el Dictionnaire abregé du surréalisme de la galería, adjunto a un catálogo de la exposición. El éxito de la muestra propiciará su ampliación entre los meses de marzo y junio con una versión reducida desarrollada por Hugnet y el pintor Kristians Tonny para la Galería Robert de Amsterdam; Domínguez colaborará entonces con la cesión de Jamais, Madame, Les Pyrénées y L'Imprévu. Durante la 64th Autumn Exhibition celebrada entre el 12 de octubre y el 23 de noviembre en la Walker Art Gallery de Liverpool se expondrá el cuadro del autor The Four Seasons. Por estas fechas, su objeto Ouverture figurará además entre las «tarjetas postales surrealistas con certificado de autenticidad» editadas por Georges Hugnet.

1938 es también el año en el que el Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas por la Universidad de La Plata Ernesto Sabato inicia, con una beca postdoctoral, sus investigaciones sobre las radiaciones atómicas del actinio en el Laboratorio Curie de París. En los ambientes nocturnos parisinos, frecuentados tanto por Breton como por el propio Sabato, el futuro Premio Cervantes de 1984 habría entrado en contacto con Domínguez gracias a la mediación del periodista argentino Ernesto Bonasso. La relación de amistad entre Sabato y Domínguez resultaría «más que intensa: congeniaron desde el primer instante y enseguida comenzaron a trabajar juntos en el atelier del pintor. Allí pasaban largas horas delirando entre el olor a trementina y botellas de coñac o de vino que no cesaban de correr por sus manos. Domínguez cada vez que acababan una botella le instigaba al suicidio, sugerencia que le repetía, una y otra vez, y a lo que Sabato respondía siempre negativamente.».[52] La colaboración creativa de Domínguez y Sabato se vería reflejada en contribuciones como la nota expositiva y conjunta relativa a la teoría de inspiración científica «superficies litocrónicas», incluida en el artículo de Breton de mayo de 1939 Des tendances les plus récentes de la peinture surréaliste.[53] Sabato permanecería en París hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que retornaría a la Argentina.

Ediciones Guy Lévis Mano

Óscar Domínguez realizó ilustraciones para tres ediciones de la casa denominada GLM, iniciales del poeta, tipógrafo y librero francés de origen turco Guy Lévis Mano. En 1935, el colectivo surrealista, cuyos editores predilectos habrían desaparecido o se hallaban en dificultades, iniciará una fructífera línea de colaboraciones con Lévis Mano, cuyas ediciones pasarían de una media anual de seis publicaciones a cuarenta.

La impresión del boletín de suscripción de junio de 1935 para el Cycle systématique de conférences sur les plus récentes positions du surréalisme, incluirá diversas ilustraciones de Domínguez, consideradas como la continuación de su trabajo para el número de diciembre de 1933 de Gaceta de Arte. En julio de 1935 aparece a través de esta editorial la colección Repères, concebida, al igual que los precedentes Cahiers des Douze, como una asociación individualizada entre la labor del artista plástico y el texto breve del poeta. El 12º cuaderno de Repères reunirá el texto de Georges Hugnet La hampe de l'imaginaire con el primer grabado documentado de Domínguez. A falta de suscriptores necesarios, quedará inédito Grisou de Domínguez y Jean, que reproducía en fototipia dieciséis decalcomanías automáticas de interpretación premeditada, acompañadas con un texto de Breton; el boletín de suscripción de GLM anunciaría su aparición para octubre de 1937. Breton reúne ilustraciones y textos, entre otros su sueño del 7 de febrero de 1934 sobre la pintura de Domínguez que titula Accomplissement onirique et genése d'un tableau animé, para el séptimo de los Cahiers GLM, impreso el 30 de marzo de 1938; el mísmo número incluirá el diseño del pintor canario Le souvenir de l'avenir. El 10 de agosto de 1938 se publican las Oeuvres complètes de Lautréamont; un dibujo de Domínguez ilustra el tercero de Los cantos de Maldoror. En 1939 el proyecto de reedición de Los cantos de Maldoror quedará sin realizarse. La guerra mundial pondría fin a las relaciones de GLM con el grupo surrealista.

El affair de Victor Brauner

En el curso del año 1938 destacará significativamente el accidente que Domínguez provocaría durante el desarrollo de una disputa y que le valdría al pintor Victor Brauner la pérdida de la visión en un ojo, el 27 de agosto. De acuerdo con la interpretación de numerosos miembros del colectivo surrealista parisino, Victor Brauner habría presagiado su propia lesión con la producción de obras como Autorretrato con el ojo extirpado, de 1931. El incidente, que implicaría a los autores Remedios Varo y Esteban Francés, ha sido descrito de la siguiente manera:

«En efecto, dicho artista rumano fue cegado accidentalmente por Domínguez en una riña que tuvo lugar en el estudio de éste. El suceso se produjo durante una larga noche de copas de un caluroso 27 de agosto de 1938. Domínguez salió en defensa de Varo, a quien Francés acusaba de mantener relaciones amorosas con varios hombres a la vez. Cuando todo el mundo estaba a punto de marcharse, estalló la ira de Domínguez, que había bebido demasiado. Furioso con Francés por haberse atrevido a poner en duda la moralidad de su amiga, arremetió contra éste. Brauner se levantó entonces para sujetar a Francés, mientras Tanguy intentaba calmar a Domínguez; pero habiéndose desembarazado éste de quienes lo sujetaban, asió entonces un vaso que arrojó, ciego de ira, contra Francés, con tal mala suerte que una de las esquirlas vino a clavarse en el ojo de Brauner, vaciándolo al instante. Hasta aquí el relato de Jean.»


El accidente «contribuye a la fragmentación del grupo surrealista, iniciada en 1936 a raíz de la marcha de Éluard, de la excomunión de Parisot, de las rupturas con Arp, Dalí, Ernst, Hugnet, Man Ray...».[54] El sentimiento de culpa que despierta este incidente en Óscar Domínguez habría resultado para él «mucho más insoportable que el sufrimiento que debió de padecer su amigo Brauner, víctima de la agresión. Todo parece indicar que en Domínguez la consecuencia del sacrificio fue tan devastadora en un plano psicológico como benéfica para Brauner desde el punto de vista profesional. La mutilación devino para él algo así como un rito de paso: sometido a tal prueba alcanzó un grado de consciencia más elevado. En cambio, el sufrimiento de Domínguez no tenía compensación posible. Durante meses evitó asistir a las reuniones de grupo. No deseaba encontrarse con Brauner, del que, sin embargo seguía recibiendo noticias por sus amigos comunes, Jacques Hérold y Tanguy.»[55] En los anales del surrealismo, el affaire del ojo de Brauner habría sido asumido «como un caso, tal vez el más relevante, de la regla que proclama el valor absoluto que las premoniciones ostentan en la vida del hombre. Pierre Babille y Juan Larrea así lo interpretaron. El segundo vio en este suceso trágico algo que afectaba no sólo a Brauner, sino también a Domínguez, víctima y verdugo respectivamente, y en última instancia a todo el grupo surrealista, que accedería de este modo a un estado de videncia por medio de la pérdida del ojo de uno de sus miembros.».[56]

La huida a Marsella

En 1939 Óscar Domínguez participa en la exposición Le Rève dans l'art, organizada por Frédéric Delanglade, y en el 50º Salon des Indépendents, poco antes del estallido de la guerra. Su cuadro Lancelot 28º, 7º se verá reproducido en el número 12-13 de la revista Minotaure.

Al comienzo de la guerra Domínguez pasa algún tiempo en Perpignan en compañía de Jacques Hérold, Victor Brauner y Remedios Varo, trasladándose posteriormente a Marsella con sus compañeros por motivos de seguridad. En Marsella, se encontrará con Breton, Ernst, Péret, Marcel Duchamp, Hans Bellmer, Wilfredo Lam, André Masson y René Char; el colectivo desarrolla en torno a la vivienda provisional de Breton, la villa de Air-Bel de La Pomme, diversas actividades lúdicas en espera de un visado para salir de Francia. Refugiados bajo el auspicio del comité estadounidense para la ayuda a los intelectuales, el grupo genera diversas creaciones, entre las que destacan la serie de dibujos colectivos de Marsella, así como un juego de cartas cuya baraja elaborarían los propios artistas; «inspirado en el famoso tarot medieval de Marsella, reconstruido por Paul Marteau en el siglo XVIIII, aunque no era propiamente un tarot, sino un juego de naipes organizado de acuerdo con la escala de valores del surrealismo.»[57]

Entre enero y febrero de 1940 Domínguez participa en la Exposición internacional del surrealismo de la Galería de Arte Mexicano, organizada por los pintores Wolfgang Paalen y César Moro. Durante el mes de junio se imprimirá en la capital francesa la edición de lujo nº15 de la Anthologie de l'humour noir de Breton, cubierta con una decalcomanía intervenida del tinerfeño. En la primavera de 1941, André Breton, secundado en lo sucesivo por diversos miembros del colectivo surrealista francés, embarca junto a su familia hacia los Estados Unidos. Por su parte, Domínguez retornaría en la misma primavera de 1941 a la ciudad de París.[58]

Años más tarde, en una misiva dirigida al crítico de arte Eduardo Westerdahl, el autor revelaría:

«¿Mi actitud frente al Surrealismo? Ruptura completa con Breton y el grupo surrealista que prácticamente murió al principio de esta guerra de 1939.»[59]


Ruptura con el Grupo Surrealista

París bajo la ocupación alemana

Tras su regreso a la ciudad de París en el contexto de la ocupación de Francia por las fuerzas del Eje, el pintor se reunirá asiduamente con los artistas Hugnet, Lucien Coutaud, André Thirion o Apel·les Fenosa en el restaurante Le Select o en el Café de Flore. En torno al poeta Hugnet se organizan alternativamente una serie de tertulias celebradas por recomendación de Pablo Picasso en el restaurante Le Catalan, donde no se tienen en cuenta los vales de racionamiento; entre los asistente habituales a estas tertulias se encuentran Hugnet, Picasso, Paul Éluard, Charles Ratton, Robert Desnos, Michel Leiris o el propio Domínguez, entre otros. En este tiempo el pintor canario estrecharía sus lazos de amistad con Éluard y Picasso.

Durante los primeros años de la ocupación, el pintor surrealista demuestra un notable interés por las actividades del colectivo La Main à plume, el único grupo filial al movimiento de Breton constituido entonces en Europa. Desde su primer año de vida, La Main à plume intentará reunir en su seno a los diversos artistas dispersados por la guerra: Picasso, Éluard, Brauner, Hérold, Maurice Henry, Jean Ferry y Léo Malet. Los autores logran imprimir una decena de publicaciones colectivas y una treintena de plaquettes individuales, así como una serie de octavillas dirigidas a los escritores comprometidos con la prensa colaboracionista o a aquellos otros que pretendían situarse al margen de la situación sociopolítica del momento. Domínguez participa en las experiencias de pinturas colectivas impulsadas por el poeta y periodista Jean-François Chabrun para las páginas de Géographie Nocturne. En diciembre de 1941 aparecen sus dibujos para Transfusion du verbe, además del frontispicio para un largo poema de Christian Dotremont, Noués comme une cravate. En octubre de 1942 aporta una viñeta para una antología de Laurence Iché titulada Au fil du vent, que servirá posteriormente como motivo de cubierta para la serie de Páginas Libres de La Main à plume. En enero de 1943 un aguafuerte de Domínguez integra los ejemplares de Aux absents qui n'ont pas toujours tort, de Noël Arnaud. En La Conquête du Monde par l'Image publicaría asimismo un destacado artículo relativo a las superficies litocrónicas titulado La pétrification du temps.

Del 1 al 14 de diciembre de 1943 presenta en la Galerie Louis Carré su primera exposición individual en París. En el mismo año figura entre los signatarios de la declaración colectiva La Parole est à Péret, publicada el 28 de mayo en Nueva York, al tiempo que ilustra los textos de Hugnet y Thirion, Le Feu au cul y Le Grand ordinaire. Del 30 de noviembre al 21 de diciembre participa en la exposición colectiva Un groupe d'artistes de l'école de Paris en la Galerie des Trois Quartiers. En este tiempo Óscar Domínguez se distancia de Roma, al tiempo que conoce a la estudiante de la Universidad de Limoges Maud Bonneaud, con la que se casaría años más tarde.

Posguerra

En el verano de 1944 «se inica una fase nueva con la liberación de París».[60] Para Domínguez, la inmediata posguerra se presentará como «uno de los periodos más equilibrados de su vida. Su arte refleja claramente la estabilidad y el optimismo con el que empezó a vivir después de la guerra»;[61] a este hecho habría de contribuir su matrimonio con Maud Bonneaud en 1945. Participa en el Salon d'Automne de octubre de 1944 donde se ofrece un gran homenaje a Picasso, viaja a Alemania con motivo de la primera gira de teatro francés como autor de los decorados y vestuario de la obra de Jean-Paul Sartre Les mouches, hallándose además presente en todas exposiciones de los «Españoles de París» que tienen lugar en Europa.

En 1945 la labor expositiva de Domínguez junto a su intervención en las revistas de moda resultarán prolíficas; colabora en el Salon de Mai, el Salon de Tuileries, el Salon des Surindépendants y en las exposiciones Quelques peintres et sculpteurs espagnols de l'Ecole de Paris. Al tiempo, presenta su primera y única exposición individual de Nueva York, en la Hugo Gallery. Destaca en este año su contribución en la elaboración de un gran fresco para la sala de espera del hospital psiquiátrico Saint-Anne de París junto a Marcel Jean, Jacques Hérold, Maurice Henry, Frédéric Delanglade, Louis Fernández, Francis Bott, Honorio García Condoy, Baltasar Lobo y Manuel Viola. En 1946 viaja a Checoslovaquia con motivo de la muestra celebrada a instancias de la Asociación de Artistas Plásticos Arte de la España Republicana, en la Sala Mánes de Praga, del 30 de enero al 23 de febrero; la obra de Domínguez «obtiene una respuesta más particular, lo que explica la invitación a exponer individualmente durante los tres años posteriores en Olomouc, Bratislava y Praga».[62] En 1947 aparece su relato poético Les deux qui se croisent a través de la editorial Fontaine para la colección L'Age d'or, al tiempo que ilustra una reedición de Poésie et verité de Éluard con 32 aguafuertes.

Tras obtener la nacionalidad francesa en 1948, el pintor canario culmina la década bajo una intensa actividad. En julio de 1949 escribe nuevamente a Westerdahl:

«He tenido tantas cosas que hacer que casi no tenía tiempo para almorzar tranquilo. En fin esta racha de trabajo se termina por un buen resultado. He tenido muy buena crítica con los cuadros que mandé al Salón de Mayo. He hecho un gran cuadro para la exposición mural que tendrá lugar en el Palacio de los Papas de Avignon. Esta manifestación tendrá un gran interés pues reúne todos los mejores pintores de nuestra época. Mando tres cuadros para otra exposición que presenta el gobierno en Copenhague y Estocolmo con el título "Arte francés contemporáneo". He vendido al estado un cuadro para el museo de Arte moderno de París y finalmente he logrado inventar una técnica que me permite una pintura personal, marcando el momento más logrado de mi obra. He pintado unas 50 telas que pienso presentar en París el próximo año.»[63]


Aproximación a Picasso

Durante todo este periodo «hay, naturalmente, una importante evolución en Domínguez. La influencia de Picasso es ciertamente visible tanto en la manera como en los temas, y con ello pierde, no sin algunos fulgores tardíos, la soltura estremecedora e incluso desordenada que hacía apreciar su modo de proceder».[64] Para Domínguez, «la admiración que consagra a Picasso va a transformar efectivamente su visión de un modo radical. Muchas de las cartas que envía a Eduardo Westerdahl lo demuestran»:[65]

«Mañana miércoles me marcho a la Costa d'Azur (Golf Juan) con Picasso, y estoy muy contento pues vamos a pasar solamente unos días, y dos días que tendrán para mí más importancia, en la compañía de don Pablo, que dos años en la vida normal. Lo poco que sé se lo debo en un 80% a Picasso. Es una persona que constantemente te abre los ojos y te muestra horizontes nuevos[66]


De igual forma, en la misiva citada del 27 de abril de 1949:

«¿Mi posición frente a Picasso? 100 por 100 con Picasso que es el genio de la edad atómica y un entrañable amigo.»[67]


Domínguez, en efecto, se había alejado del surrealismo ortodoxo correspondiente al círculo de Breton desde la guerra; durante una estancia en Londres escribirá a Westerdahl:

«Mi amistad con Picasso se afirma cada día más... Me he retirado del grupo surrealista, dado que el movimiento ha muerto por inercia...»


Prueba de ello es su exclusión de la muestra El surrealismo de 1947 organizada por Breton en la Galería Maeght de París.

Exposiciones individuales

A comienzos de la década de los 50 Óscar Domínguez presentaba claros síntomas de declive. «Había apurado la existencia hasta el límite. A los estragos producidos en su organismo por la vida bohemia que llevaba desde que llegó a París se sumaban ahora los signos de la acromegalia, que ya empezaban a manifestarse en la apariencia monstruosa que iban tomando su rostro y sus manos.»[68] En 1950 realiza una exposición individual en la Galerie Apollo de Bruselas, con prólogo de Christian Dotremont, del 4 al 16 de marzo. En la capital belga conoce a la escultora Nadine Effront, «mujer inteligente, activa, dominante y con cierto talento artístico, con quien inicia una relación sentimental»,[69] poniendo así fin a la que ya mantenía mediante su único enlace matrimonial con Maud Bonneaud. En el mismo año escribe:

«... Voy a divorciarme, pues Maud, a pesar de que será siempre mi mejor amiga, no ha podido aceptar que yo esté locamente enamorado de otra: es una mujer que conocí en Bruxelles en el último viaje. Se trata de una mujer de mi edad, admirable de inteligencia y erotismo, y que me ha vuelto loco. Es una de las mujeres más ricas de París, pero esto no me interesa mucho, es su cuerpo y su talento.»[70]


En este tiempo el pintor «empezó a frecuentar los salones de la rive droite. La vizcondesa de Noailles acababa de entrar en su vida, aunque Domínguez tardó todavía un año en abandonar definitivamente a Nadine Effront. Fue entonces cuando se introdujo en los círculos de la alta sociedad parisina».[71] En 1951 expone individualmente en la Galerie de France de París, donde obtiene su primer gran éxito, en la Galerie Georges Moos de Zurich en el mes de mayo, nuevamente en la Galerie Apollo de Bruselas del 23 de noviembre al 7 de diciembre, y en la Galerie Le Touquet de Paris-Plague.

En 1952 participa en la Exposition de peinture surréaliste en Europe, organizada por el pintor Edgar Jené en el Saarland Museum de Saarbrücken. Inicia en estos momentos su romance con la vizcondesa de Noailles. La vizcondesa, de nombre Marie-Laure, «era cuatro años mayor que él (había nacido en París el 31 de octubre de 1902) y frisaba los cincuenta años cuando conoció a Domínguez. Aunque nunca fue una gran belleza, tenía lo que los franceses llaman charme. [...] El título de Noailles le correspondía a su marido. Ella era hija única del matrimonio de Maurice de Bischofsheim y Marie Thérèse Anne Germaine de Chevigné [...] Domínguez se había convertido en un personaje mundano al lado de la vizcondesa. Pasaba temporadas en el palacio situado en el número 11 de la place des États Unis de París, mansión construida por el abuelo paterno de Marie-Laure que albergaba una magníica galería de obras de arte.»[72]

En 1953 se celebra en la Galerie La Demeure de París una exposición individual de cartones de tapices del autor. Del 5 de julio al 31 de agosto el pintor canario participa en la exposición Art fantastique en la Kunsthalle de Ostende. En junio de 1954 expone individualmente en la Galerie Drouant-David de París, al tiempo que participa en el mes de julio en la muestra Surrealismo organizada por Sophie Babet en Lima. El apoyo de la vizcondesa «le había ayudado a conseguir un éxito rotundo en la exposición celebrada el 3 de junio de ese año en Drouant-David [...] Domínguez formaba parte ya del "gran mundo" de París, pues en los últimos cinco años de su vida se había convertido en el animador divertido e ingenioso de la alta sociedad parisina, abandonando casi completamente la vida bohemia de Montparnasse. La influencia de la vizcondesa había pesado para que se le abrieran las puertas del mundo artístico de la capital de Francia. Mientras tanto, Maud había partido nuevamente a Tenerife y esperaba tan sólo que Domínguez arreglara definitivamente los papeles del divorcio para poder casarse con Eduardo Westerdahl.[73]» Durante su primera estancia en Tenerife, Maud Bonneaud habría tenido noticias del precario estado de salud de Domínguez a partir de su correspondencia con Westerdahl:

«Te escribo después de haber estado muy enfermo, crisis del espíritu que me llevó a la locura durante 48 horas. Hoy estoy completamente bien y trabajo mucho.»[74]


Del 19 al 30 de noviembre de 1955 Domínguez expone individualmente en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, del 11 de mayo al 2 de junio en la Galerie Diderot de París, y en 1957, del 12 de noviembre al 2 de diciembre, en la Galerie Rive Gauche. Esta muestra final, la última en vida del autor, habría sido reconocida tanto por el artista como por la crítica como un destacado fracaso profesional. Un año antes, Óscar Domínguez testimoniaría su situación personal en una epístola dirigida a Eduardo Westerdahl y Maud Bonneaud, en Tenerife:

«Pueden estar seguros de que la cura esta vez ha sido radical. Después de pasar 5 semanas en el infierno, estoy completamente curado y completamente feliz [...] Siento mucho la pena que tendrá Marie-Laure, pero mi decisión es irrevocable. He terminado con la vida mundana y todos los esnobard et invéciles que me rodeaban.»[75]


Últimos días

Sabemos que Óscar Domínguez «fue internado en un sanatorio psiquiátrico en tres ocasiones, por causa de la bebida. La primera vez fue conducido por Maud y la vizcondesa. A los pocos días se escapó de la clínica privada en que le habían recluido [...] La tercera y última vez fue, indudablemente, la que supuso unas consecuencias más dolorosas para él, que fue conducido por el chófer de la vizcondesa al Sanatorio Siquiátrico de París de Sainte-Anne (donde en 1945 él había realizado un mural colectivo) Este sanatorio no era una clínica privada y sus métodos eran muchos más violentos. Pero, en aquella ocasión, Domínguez estaba en un estado agresivo y peligroso. La policía le perseguía porque había disparado su revólver en la calle.[76]»

Muerte

Antes de cometer suicidio, Óscar Domínguez había pasado varios días en coma etílico. «En esta situación se encontraba cuando fue invitado al reveillon de Noche Vieja en casa de su amiga Ninette. Asistían también Man Ray, Patrick Waldberg, Félix Labisse y Max Ernst. Domínguez no asistió. Al día siguiente, Ninette, asustada, mandó a su chófer para que investigara lo sucedido [...] Al entrar lo encontraron tendido en el suelo del cuarto de baño, desnudo. Tenía cortes en las muñecas y los tobillos. El médico, Dr. Degême, afirmaba que no murió desangrado, sino por causa de un golpe recibido en la nuca al resbalar probablemente en su propia sangre.[77]»

Fue llevado a L'Institut Médico-Legal y depositado en la iglesia de Notre-dame-des-Champs.

El miércoles día 3 de enero de 1958 fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en el panteón de los Noailles.

Obra

Busto en Tacoronte.

Óscar Domínguez es considerado hoy en día uno de los mayores exponentes mundiales de la vanguardia histórica española que se gestó en París durante las primeras décadas del siglo XX. Junto a su nombre suelen figurar el de artistas de la talla de Picasso, Miró o Dalí. Versátil y polifacético, es uno de los artistas más atractivos e innovadores del panorama de la pintura internacional del siglo XX. En general, las figuras y objetos que componen sus obras surrealistas contienen referencias mágicas, mecanicistas y sexuales, situándose muchas de ellas en el paisaje canario a pesar de residir la mayor parte de su vida en París. La aportación más importante que Óscar Domínguez hizo al surrealismo fue el uso, no el invento, de la decalcomanía o calcomanía, técnica en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto. Su precedente son las dentrites de la escritora romántica francesa George Sand. La utilizó por primera vez en 1934 y para la cubierta de la monografía de Westerdahl sobre Baumeister. También publicó un libro de ellas, Grisou, que no vio la luz hasta 1992, en París. Este procedimiento tuvo una magnífica aceptación entre los surrealistas que lo adoptaron rápidamente e influyó posteriormente en la pintura expresionista abstracta. La decalcomanía consiste en introducir gouache negro líquido (una especie de témpera) entre dos hojas de papel presionándolas de un modo no controlado. Otra de sus aportaciones al movimiento surrealista fue la teoría de la petrificación del tiempo a través de la cual empieza a introducir en sus composiciones formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas. Hay petrificaciones de ese estilo en los cuadros de René Magritte.

A la muerte de su madre la familia se trasladó a vivir a Tacoronte con su abuela Federica, cerca de la histórica Casa de la Alhóndiga. A sus playas de arena negra hace referencia en sus cuadros. El primero data de 1926, Autorretrato con pipa, y está firmado con la expresión Óscar X que utilizó en su primera época. En 1927, su padre lo envió a París a casa de su hermana Antonia y su marido, el pintor Álvaro Fariña, para organizar la exportación del negocio platanero de su padre, aunque tuvo que regresar en 1928 para cumplir el servicio militar.

Al volver entró en contacto con el movimiento surrealista, y sobre todo con André Bretón. Este grupo marcó su trayectoria hasta que fue expulsado al acercarse a la pintura de Pablo Ruiz Picasso. Allí conoció además a Paul Éluard, Man Ray y Wilfredo Lam. En 1928 expuso en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife en compañía de la pintora francesa Lily Guetta. En 1931 muere su padre. Su primera individual fue organizada por el grupo surrealista tinerfeño de Gaceta de Arte, en 1933, también en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria; por entonces sostenía una relación con una pianista polaca que le acompaña a las islas y aparece en algunos de sus cuadros como Retrato de Roma, El piano o Paisaje de Canarias. De esa época es también su famosa Máquina de coser electrosexual. La iconografía de sus cuadros alude frecuentemente a volcanes, grutas y la vegetación típica de las islas; también hay latas de conserva, imperdibles, revólveres, flechas, leones y toros que forman parte de sus objetos surreales. Al año siguiente, 1934, se incorporó al círculo de André Bretón y se sumerge por completo en el surrealismo de sus maestros: Salvador Dalí, Max Ernst, Yves Tanguy, el rumano Víctor Brauner, el chileno Roberto Matta o Picasso. Entre sus obras de aquellos años, de un estilo en parte deudor del de Salvador Dalí, y en los que a menudo se inspira en el paisaje canario, destacan Drago (1933), Máquina de coser electrosexual (1935) y sobre todo el espléndido Cueva de guanches (1935), expuesto en el Centro de Arte Reina Sofía. En 1935 participó en la Exposición Surrealista de Santa Cruz de Tenerife, en la que firmó el manifiesto Du temps que les surréalistes aviaient raison. También son importantes sus objetos surrealistas, entre los que destacan Pérégrinations de Georges Hugnet (1935) y L'arrivée de la Belle Epoque, montados en París en la Exposition Surréaliste d'Objets de la Galerie Charles Ratton en 1936. Por entonces da a conocer la técnica de la decalcomanía (precedente de la calcomanía actual), consistente en introducir gouache negro líquido entre dos superficies presionándolas de modo incontrolado, una técnica que adoptaron rápidamente los surrealistas y tanto influyó posteriormente en el expresionismo abstracto. Visitó Barcelona, donde hizo amistad con Remedios Varo, con Esteban Francés y con Manuel Viola.

Durante la Guerra Civil Española se escondió en su isla natal y logró posteriormente marchar a París en un barco de fruta con documentación falsa. Allí pasó la mayor parte del resto de sus días. Emprendió entonces su llamado "periodo cósmico", que es uno de los más interesantes de su carrera. Lo inicia con Paisaje abisal. Junto a Ernesto Sabato elabora la Teoría de la petrificación del tiempo e introduce en su obra formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas. También estrecha su relación con Pablo Ruiz Picasso. Por entonces se inspira en el libro Lancelot 28º - 7º del poeta surrealista canario Agustín Espinosa para componer su cuadro del mismo título; para él también había hecho la cubierta de Crimen (1934), la más importante de las novelas surrealistas en español, como también había hecho la de Romanticismo y cuenta nueva (1934, de Emeterio Gutiérrez Albelo. Durante la Segunda Guerra Mundial se refugió de los nazis en Marsella y pasó un tiempo en el Château de Air Bel, junto a esta ciudad, regresando posteriormente a París, donde vivió con Maud Bonneaud, que años después se casaría con Eduardo Westerdahl, y colaboró con el grupo surrealista clandestino La Main à Plume. Contempla la pintura de Giorgio de Chirico, por el que siente una gran admiración. Pinta sus cuadros El mapamundi, Toro moribundo y El revólver. Posteriormente rompió con el Surrealismo y con André Bretón, fuertemente influido por la obra de Picasso. Ilustró con aguafuertes Poésie et verité (París: Les nourritures terrestres, 1947), de Paul Éluard. Hay que mencionar también su propio libro de versos Les deux qui se croisent (Paris: Fontaine, 1947). El artista vivió los últimos años de su vida preso de la locura tras sufrir acromegalia, enfermedad degenerativa que deformó su físico e hizo crecer extraordinariamente su cráneo. Tras la Segunda Guerra Mundial le rinden numerosos homenajes en Alemania y Checoslovaquia. En 1953 ya advierte su trágico final, y escribe: "Este año ha sido una cosa terrible; he perdido más de diez amigos que quería profundamente". La Nochevieja de 1957 se suicidó en París, completamente borracho, abriéndose las venas en el baño de una fiesta que daba su amiga, la Vizcondesa de Noaffles. Sus restos descansan en el "Panteón de los Noailles" del cementerio de Montparnasse, junto a otros artistas.

Museo

En el TEA (Tenerife Espacio de las Artes) ubicado en Santa Cruz de Tenerife existe un centro dedicado a su obra, llamado Instituto Óscar Domínguez.

Este centro se inauguró el 31 de octubre de 2008 y acoge sus más prestigiosas obras. La ubicación del mismo está en el mismo centro de Santa Cruz de Tenerife, entre la iglesia de la Concepción y el mercado de Nuestra Señora de África (la Recova). Los arquitectos son los reconocidos suizos Herzog & De Meuron y el español Virgilio Gutiérrez Herreros.

Filmografía

La figura de Óscar Domínguez fue llevada al cine en 2008 por el director español Lucas Fernández en la película Óscar, una pasión surrealista y que se estrenó el 22 de febrero. El pintor es interpretado por el actor portugués Joaquim de Almeida.

En 2007, se estrenó el largometraje documental "Monsieur Domínguez" que analiza la obra del pintor a través de prestigiosos críticos de arte especializados en el surrealismo. Esta producción, dirigida por el cineasta Miguel G. Morales, fue rodada en París y Tenerife.

Bibliografía

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  • Carreño Corbella, P. (2010). Oscar Domínguez en tres dimensiones. Catálogo razonado de obras. Madrid: P. Carreño. 
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Referencias

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