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Ernesto Salcedo

De EnciclopediaGuanche

Ernesto Salcedo Vílchez fue un periodista y teólogo nacido en Cerro de Andévalo, Huelva, en 1927 y fallecido el 20 de abril de 1986. Se formó licenciándose en Filosofía y Sagrada Teología en la Universidad Pontificia de Comillas (Santander) y doctorándose en teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Tras una crisis espiritual abandona sus intenciones de ordenarse sacerdote y tras contraer matrimonio estudiaría Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, matriculándose también en la Escuela Nacional de Periodismo compaginándolo con un trabajo como guardián nocturno de obra. Durante su estancia en Madrid se vincula a seguidores del pensador Ortega y Gasset.

Comenzó su trabajo periodístico en el periódico El Español y se vincula al pensamiento falangista de José Antonio Primo de Rivera, acercándose al luego disidente del franquismo Dionisio Ridruejo. En esa época también escribió varios libros de novela negra con el pseudónimo del supuesto - y ficticio - escritor anglosajón Harry White.

En 1958 le ofrecen hacerse cargo de la dirección del periódico tinerfeño El Día, entonces Diario del Movimiento Nacional Sindicalista (pese a que partió del clausurado periódico republicano La Prensa). Se instala en Tenerife en un periódico donde trabajaban en esos momentos, entre otros, José Rodríguez Ramírez, Luis Diego Cuscoy, Antonio Rumeu de Armas, Eliseo Izquierdo, Francisco Ayala Armas o Gilberto Alemán. El 10 de abril de 1966, Ernesto Salcedo hizo eliminar el símbolo falangista del yugo y las flechas de la cabecera del periódico y la leyenda que hacía alusión a su condición de Diario del Movimiento Nacional Sindicalista, dando el periódico a los herederos de Leoncio Rodríguez. La Ley de Prensa o Imprenta, conocida como Ley Fraga, aunque se presentó como aperturista, no supuso realmente una relajación de la censura y una mayor libertad de expresión, sino una situación de incertidumbre donde las publicaciones podían ser secuestradas y los autores sancionados. Así ocurrió el primer secuestro de El Día a raíz de la publicación de un artículo del catedrático de derecho José María Hernández Rubio. La censura y las sucesivas multas y sanciones llevaron a Ernesto Salcedo a alejarse de los postulados del régimen franquista.

Bajo su dirección, El Día se convertiría en un periódico aperturista, con participación de periodistas y colaboradores de diversas tendencias ideológicas, incluyendo algunas personas vinculadas a la entonces clandestina oposición al régimen. De este modo, durante la Transición española, El Día fue uno de los periódicos más plurales del Estado español. Línea que el periódico abandonaría durante la década de los ochenta para adoptar un posicionamiento insularista.