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Diferencia entre revisiones de «Izquierda política»

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Revisión del 18:10 29 sep 2006

La izquierda política, se refiere a un segmento del espectro político que considera prioritaria la consecución de la igualdad social, sobre la libertad individual y sobre el mantenimiento del orden social. En función del equilibrio que se dé entre estos tres factores, la izquierda política tendrá a su vez multitud de ramas ideológicas. En oposición a la derecha política, la izquierda busca potenciar valores colectivos (sociales), en oposición a valoraciones netamente individuales (privados).

En Occidente y en particular en aquellos países en donde el sistema político puede considerarse una democracia liberal, normalmente la izquierda y la derecha son versiones liberales y democráticas, en la medida en que no propongan ningún tipo de totalitarismo.

Corrientes

Dentro del espectro político de las ideologías comprendidas dentro de la izquierda política cabe destacar el socialismo, socialdemocracia, comunismo, liberalismo igualitario, anarquismo o como movimientos sociales tales como el GLTB, el antiglobalización, el ecologismo, el feminismo, los okupas, el pacifismo, los punks, y el sindicalismo, entre otros.

Aunque las clasificaciones generalmente se organizan por conveniencia electoral y no por aserciones teóricas rigurosas, desde el punto de vista de las democracias liberales, suelen organizarse en izquierda moderada y extrema izquierda. El comunismo (y muchas ideas de la filosofía marxista en la que se basa), el anarquismo y en general todas aquellas doctrinas políticas que cuestionan o la democracia liberal y/o el sistema capitalista de producción suelen ser consideradas formas radicales o extremas de izquierda política.

Historia y Evolución

Precedentes

Diversos autores del Renacimiento, como Francis Bacon (Nueva Atlántida), Tomás Moro (Utopía) o Tomaso Campanella (La ciudad del Sol, 1623) establecieron las bases de un humanismo utópico que pasado el tiempo sería recogido por el el llamado socialismo utópico.

Desde la Revolución Francesa

El término de izquierda política tiene su origen en el lugar de la Asamblea Nacional en que se sentaban, durante la Revolución Francesa, los representantes jacobinos, partidarios de las medidas revolucionarias más radicales.

A fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, diversos autores, como Robert Owen, Saint-Simon o Charles Fourier, propusieron una serie de reformas sociales, encuadradas posteriormente en el seno del socialismo utópico.

Desde El Capital

 Artículo principal: El Capital

Karl Marx y Friedrich Engels estrablecieron las bases de la concepción clásica "izquierda". Solía centrarse ésta en la defensa de los derechos de los obreros.

La denominación de izquierda se aplicaba entonces a movimientos con actitudes muy diferentes hacia la religión. Mientras muchas corrientes marxistas rechazaban las religiones y abogaban por la difusión activa del ateísmo, otras, más minoritarias, proponían un socialismo cristiano. Históricamente, muchos movimientos izquierdistas llegaron a una abierta hostilidad hacia estas iglesias y su clero, sobre todo en los estados con iglesias poderosas e influyentes en los ámbitos sociales y políticos, en los que las iglesias se alineaban con los sectores más conservadores, como en Rusia (donde la Iglesia era parte del estado) hasta las revoluciones de 1917, o en España en los años treinta.

Las dictaduras comunistas ejercen severas restricciones a las libertades individuales, aplican la pena de muerte y se oponen al uso recreativo de drogas, alegando entre otras cosas que disminuía la contribución que la colectividad espera de cada individuo. Con el tiempo, algunas acabaron desembocando en los regímenes más represivos que ha visto el planeta. Es el caso de Stalin en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Posicionamiento actual

En general, tiende a defender una sociedad laica, igualitaria e internacional.

Ya con el movimiento hippie, empieza a surgir una nueva izquierda, alejada de la ortodoxia económica y la lucha obrera que caracterizaba el período anterior. Pocos son ya los movimientos de izquierda que se enfrentan al capitalismo y menos todavía los que se oponen a la democracia liberal. Entre los primeros, podemos citar el movimiento antiglobalización, y entre los segundos, los últimos regímenes comunistas de China, Corea del Norte o Cuba. Esto no impide que aún se mantenga por parte de cierto sectores de la izquierda, una identificación nostálgica con ciertas figuras del socialismo real, como el Che Guevara. Éste se ha convertido en un icono, reproducido en infinidad de objetos, especialmente camisetas.

Muchos de los valores de esta izquierda actual se aproximan a los típicos de la utopía cristiana e incide así en la solidaridad con los más desfavorecidos dentro de la sociedad (sectores populares, trabajadores, inmigrantes, minusválidos, ancianos...), la equiparación o incluso la discriminación positiva a favor de la mujer, la reinserción y rehabilitación de los delincuentes y la defensa de las minorías. La izquierda suele considerar el mestizaje y la emigración como positivos, llegando en algunos casos extremos al relativismo cultural.

Esta nueva izquierda suele ser crítica con la pena de muerte y tender al pacifismo. Procura la reforma de los sistemas educativos, intentando evitar el exceso de autoridad del cuerpo docente. Apuesta finalmente por el ecologismo y la supresión de la energía nuclear, llegándose a asociar los viejos partidos comunistas con movimientos ecologistas. Es el caso de la española Izquierda Unida.

Por otro lado, y ya en franca oposición a la Iglesia, los movimientos de izquierda y los liberales tienden a defender la despenalización o incluso la legalización de algunas drogas como la marihuana en mayor medida que los conservadores. Algunos van más allá y proponen la legalización de todas las drogas, aunque tras los excesos de los años 80 está postura ya es minoritaria. Se hablaba así, en los años 60, de "explorar" las drogas, como el LSD.

En general, los movimientos de izquierda defienden la reproducción asistida, los métodos anticonceptivos, la investigación con células madre o el derecho al aborto, mostrando también una actitud liberal hacia el sexo, lo que se traduce en el actual apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo y también a la unión libre entre dos personas como forma de convivencia al margen de la institución matrimonial. Hay corrientes izquierdistas que consideran la prostitución un oficio digno que debe ser regulado, mientras otras la ven como una forma de explotación sexual que debe ser abolida, sobre todo a raíz del incremento del tráfico de mujeres.

En los países de tradición cristiana, la izquierda política apoya la idea de Estado laico y aconfesional al margen de las creencias religiosas de cada uno, si bien es difícil considerar este hecho como un factor definitorio de la izquierda política. En efecto, en países como Francia, el carácter laico del Estado es apoyado por todos los partidos políticos, y no hay que olvidar que los liberales (en ocasiones absorbidos dentro de la derecha) también defienden el laicismo.

Como hecho anecdótico, el rechazo a las confesiones cristianas ha llevado a algunas personas de esta ideología a convertirse a otras religiones. Así, a finales de los años 60, singularmente a imitación de The Beatles aumentó el interés por el Budismo. Muchos de los europeos conversos al Islam, muy escasos en número, (como Mansur Escudero en España o Roger Garaudy en Francia) son de origen izquierdista. En España, la actitud anticlerical solía coincidir con una idealización del pasado islámico.

En la política internacional, la izquierda suele tener una actitud más crítica hacia Estados Unidos y la actuación de Israel en Palestina que las principales fuerzas de derecha, mientras que tanto la izquierda radical como la ultraderecha suelen mostrarse antiamericanas y antisionistas en idéntica manera. Los más críticos con la izquierda, como Oriana Fallaci, llegan al extremo de calificar a la izquierda de antioccidental.

De forma tópica, los hispanohablantes de izquierdas, tienen mayor tendencia a calificar de fascista (apocopado como facha) a quienes consideran que ejercen un mal uso de su autoridad (véase Manifestaciones mundiales contra la guerra de Iraq). Es el caso de Chile tras la dictadura militar (momios).

Véase también

Enlaces externos