Auditorio de Tenerife
De EnciclopediaGuanche
El Auditorio de Tenerife es obra del arquitecto Santiago Calatrava Valls. Se ubica en la Avenida de La Constitución de la capital tinerfeña, Santa Cruz de Tenerife. Su construcción comenzó en 1997 y finalizó en 2003, siendo inaugurado el 23 de Septiembre de ese año con la presencia de S.A.R. D. Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias.
El Edificio
La construcción consiste en 23.000 metros cuadrados. El edificio cuenta con dos salas. La sala principal o Sinfónica, coronada en su pico por una cúpula inmensa, dispone de 1716 butacas. Está equipada con paneles variables localizados sobre las paredes con lo que se permitirá variar la acústica de la sala de acuerdo a los distintos espectáculos. La sala de Cámara cuenta con algo más de 400 butacas. En el Hall, accesible desde los dos laterales del edificio, podemos encontrar la sala de prensa, una tienda y una cafeteria. El Auditorio cuenta con 12 camerinos individuales y otros 12 colectivos, así como emplazamientos especiales para servicios de peluquería, maquillaje, vestuario, etc. En su exterior dispone de dos terrazas y dos plazas con impresionantes vistas al mar, que rodea al auditorio.
Funciones
En su programación de audiciones hay espacios para la ópera, la danza y la zarzuela junto con los musicales, el teatro, el jazz, el rock, las músicas étnicas, etc. También se celebran en el edificio multitud de congresos, convenciones, y reuniones, como la jornada organizada por el Cabildo Insular de Tenerife, con la colaboración de otras entidades, el 25 de Julio de 2005 “Tenerife, plataforma logística atlántica entre Europa, África y América” en la que se contó con la presencia del ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton.
En el Auditorio de Tenerife se celebra cada comienzo de año el Festival Internacional de Música Clásica de Canarias, un festival muy valorado en el ámbito europeo. Es también desde su apertura, el lugar de residencia de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, una de las más importantes de España y muy conocida a nivel internacional, que anteriormente se ubicaba en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña.
El elevado coste de su construcción, durante la cual debió de elevarse el presupuesto en varias ocasiones, el precio de las entradas en los conciertos que en él se realizan, y algunos errores de construcción como los asientos demasiado estrechos, han sido objeto de polémica en la isla.
