Diferencia entre revisiones de «Trajes típicos de Canarias»
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Revisión del 12:53 16 oct 2015
Los Trajes típicos de las islas Canarias, una indumentaria tradicional usada por las clases populares de las islas, son modelos que se han usado masivamente en otra época y que actualmente son imprescindibles en determinadas fiestas y celebraciones. Sin embargo algunos de los "trajes típicos" utilizados en la actualidad se trata de meras invenciones, y de trajes difundidos sobre todo durante el periodo franquista. Por otro lado, el romanticismo también influyó mucho en la idea de "traje típico". Obviamente, muchos de los trajes "típicos" difícilmente podían ser utilizados por los campesinos en sus actividades cotidianas.
En las islas con los factores que determinan las formas de vestir comunes, se atavían de igual manera en lo básico, pero existen pequeñas peculiaridades que permiten diferenciar a los habitantes de una isla de los de otra e incluso, a veces, de una localidad o comarca de otra.
Las materias primas
Para la confección de su indumentaria los isleños, en su gran mayoría, empleaban géneros de producción local a basa de lana, lino y seda.
Con el lino tejían grandes lienzos, muy estimados por su durabilidad. Con ellos se confeccionaba la lencería personal y doméstica, siendo lisos y más o menos blanqueados para la primera, y con algunas listas de color en el segundo de los casos. Para ropas especiales también se usaban telas más finas de lino o algodón de origen foráneo.
La lana del país, de cierta aspereza pero de gran resistencia, permitía la tejedura de tafetanes y sargas que también podían ser con mezclas de lino o algodón. Se empleaba en colores naturales o se teñían con productos de la tierra. Existía mucha afición por los colores saturados y vivos, mezclándolos entre si dando sorprendentes resultados.
La seda se teñían en una amplia variedad cromática y con ellas se tejían tafetanes lisos, listados o a cuadros, terciopelo sargas, cintería, galones, etc. Estas telas eran las usadas para la confección de las sayas, jubones y justillos de fiesta , gala y los complementos, como podían ser las medias, los pañuelos, las manteletas, etc.
La mujer
El atuendo femenino sigue pautas que tomaron forma en el Renacimiento, introducidas en el Archipiélago con la colonización.
Usaban las canarias para cubrir la cabeza prendas de diferentes orígenes y materiales: sombreros de fibra vegetal o fieltro de confección local; monteras de género tejido de lana de varios tipos. Bajo ellos, prendas tales como mantillas, pañuelos, tocas, etc., que podían usarse solas o combinadas entre si.
Para vestir el torso empezaban con la camisa de manga larga o corta; sobre ella el justillo, el jubón y la chaqueta. Como complementos, los pañuelos de hombros y mantoncillos y para abrigarse, los capotillos de lana o los grandes mantones de lo mismo conocidos por “sobretodos”.
De la cintura hacia abajo portaban un numero variable de enaguas, el refajo rojo de lana y la enagua exterior o falda. En el siglo XIX se populariza el delantal. Las piernas se visten con medias de lana o lino en sus colores naturales, y en algunas ocasiones especiales, de seda bordadas. El calzado estaba constituido por zapatos de orejas para amarrar o del tipo de escarpín con o sin hebillas.
El hombre
La cabeza la visten con sombreros de varios tipos, en los que la altura y forma de la copa, así como el tamaño del ala, cambian según el lugar y la época. Muy populares fueron las monteras en casi todas las islas, siendo diversa su forma y maneras de colocarlas, según el clima lo exigiera.
Sobre la camisa de lienzo usaban el chaleco liso, listado o de seda. Solían tener botonadura metálica y un numero variable de bolsillos. Sobre ambos se llevaba la chaqueta, corta y con guarniciones en los ejemplares mas antiguaos, y más larga y simple, similar a las actuales americanas, en los ejemplos posteriores.
Los calzoncillos eran de corte simple recto , su largo y ancho era variables. Su uso ha quedado perpetuado en la ropa de brega de los luchadores de la lucha canaria. Sobre ellos iban los calzones de alzapón , con las perneras muy estrechas y ceñidas por medio de botones que casi siempre se dejaban sin abrochar. Esta prenda solían llegar hasta la rodilla. Durante el siglo XIX los calzones se simplifican perdiendo los botones y ojales, permaneciendo siempre las perneras abiertas por donde asomaban los calzoncillos.
Para abrigar la zona lumbar, evitar los accidente y sujetarse los calzones y calzoncillos, los hombres usaban el fajín o ceñidor, que solía ser de lana o seda liso, listado o a cuadros. Las piernas las cubrían con medias o polainas, las primeras se hacían de lana, lino o seda bordada para las grandes ocasiones. Las polainas sólo cubrían la pierna y la parte superior del pie. Podían ser de lana o cuero.
El calzado masculino mas usado fue el zapato, en diferentes modelos. Otro tipo de calzado muy popular fueron los llamados majos, especie de sandalia rusticas confeccionadas con pieles crudas, que se ataban al pie por medio de correas del mismo material. Para abrigarse el hombre canario se cubría con diferentes tipos de prendas, como podía ser las capas, los capotes, las mantas, las anguarinas, los marselleses, las camisuelas, etc.
Diferentes trajes
Aunque básicamente la indumentaria era similar en todas las islas, cada una tiene pequeñas peculiaridades constituidas principalmente por prendas de abrigo y tocados.
Isla de Tenerife
De todas las prendas usadas por los campesinos de Tenerife la más representativa es la manta. Introducida por los ingleses, doblada en dos y fruncida al cuello se convierte en prenda de abrigo insustituible. Fue y es usada mayoritariamente por los hombres, pero las mujeres y los niños también la usaban cuando los rigores del tiempo lo imponían. Su color característico fue el blanco con rayas azules en los extremos, siendo frecuente que su cuello se forrara. Su uso ha perdurado hasta hoy por sus características de confort, abrigo impermeable y durabilidad.
Si la manta es la prenda más característica del campesino, el pequeño sombrero de palma lo es de la campesina. Producto de la evolución de un sombrero mayor, se redujo su tamaño para adaptarlo a las dimensiones del ruedo (pañuelo enrollado en espiral que se usaba para cargar en la cabeza). Su forma definitiva la adquiere en las ultimas décadas del siglo XIX, generalizándose su uso hasta mediado del siglo XX. Su copa cilíndrica va forrada de terciopelo menos en la parte superior, su ala curva permite disponerla de varias maneras. Se ata bajo el moño por fuera del pañuelo.
Isla de La Gomera
La mujer usaba un sombrero de palma con pañuelo de color. La camisa de algodón blanco sigue patrones de finales del siglo XIX. Se ajusta el talle con un cuerpiño de haldetas, de color negro. La saya, de color azul marino de lana, cubre totalmente las otras prendas. Se calzan con botas de caña corta y botones.
El hombre utiliza chaqueta corta y pantalón negro, camisa blanca, sombrero y calzados negros, en los mas antiguos se le añadía el calzón y los calzoncillos.
Isla de La Palma
La mujer palmera rodeaba su cara con la gasa o toca al mas puro estilo medieval, cubriéndose con montera de lana de varios tipos, sombrerillo de fibra vegetal o sombrero de fieltro de copa alta y ala grande, según las ocasiones. La camisa solía ir guarnecida en los puños con bordados en realce de color blanco. Usaban sayas de lana de colores lisos y sobrios o las de seda, color grana, para las fiestas. Las enaguas de lienzo iban guarnecidas en el bajo ruedo con bordados negros a punto de cruz.
El hombre usaba la montera de capa o embozar, realizadas en lana. Sombreros de palma, y en las ocasiones especiales de fieltro negro. Otra prenda muy usada para las faenas eran los zamarrones (mandiles de lino o cuero). La anguarina (especie arcaica de abrigo) se mantuvo en uso hasta finales del siglo XIX, llevada como prenda de abrigo y de ocasiones especiales.
Isla de El Hierro
La mujer cubre su cabeza con pañuelo y sombrero de paja de centeno, de copas semiesférica y gran ala tendida. Resaltan los manguitos o mangos que cubren el brazo y parte del antebrazo, logrado de la moda renacentista española. Las sayas de sarga de lana solían ser de colores oscuros y mas raramente con algunas listas en blanco.
Los hombres cubren su cabeza con la montera cónica, en sus orígenes erguida y posteriormente caída a un lado. Resaltan los majos de cuero crudo que han llegado hasta casi nuestros días, que han sido sustituido el cuero por goma. Las capas de lana, fueron sustituidas a finales del siglo XIX por capotes de menos ruedo o mantas como las de Tenerife.
Isla de Gran Canaria
La mujer de esta isla usó con preferencia el sombrero de fieltro, como el de los hombres pero más pequeño, bajo el cual portaba la mantilla de diferentes colores, forros y guarniciones en sus modelos más antiguos. En el siglo XIX se simplifico en su corte y adornos, fijándose el modelo en color blanco o negro, que ha llegado hasta nuestros días. Era frecuente el uso del jubón de manga al codo.
Los hombres usaron las monteras de casco cónico adornadas con borlas tanto erguidas como con el cono caído. Los vuelos eran de diferentes formas e iban forradas de telas de colores contrastes. La prenda de abrigo más común del campesino era la camisuela (especie de capotín-abrigo) a veces con capillo de color blanco con listas marrones y verticales.
Característico de esta isla era también el capote marsellés (especie de abrigo de lana con esclavina de color blanco), los calzoncillos de lino, muy anchos y cortos conocidos como nagüetas.
Isla de Lanzarote
La mujer se caracteriza por el uso de la toca semicircular de lienzo fino, sobre la cual coloca un sombrero de copa ovalada y vuelos planos de regular tamaño. El justillo, la falda listada y a veces delantales de adorno complementan su atuendo.
El hombre usaba montera de embozar adornada en su casco cónico con gran escarapela de cintas rojas. Se distinguían por sus largos abrigos azul marino, abotonados en su parte frontal.
En la actualidad, las mujeres de ámbito rural siguen usando dos tipos de tocados. Un sombrero troncocónico de palma, de ala grande, conocido como de casada, y una capota o gorra de tela con una gran visera y un volante tableado para cubrir el cuello llamada de soltera.
Isla de Fuerteventura
Los majoreros se cubrían con monteras de casco cónico muy similares a las de Lanzarote y Gran Canaria. A finales del siglo XIX fueron sustituidos por sombreros de fieltro. Los chalecos contemporáneos a las monteras se adornaban en la espalda con guarniciones de paño picado en diente de sierra.
En la década de los treinta del siglo XX, se diseño un traje típico, con su sombrero del norte de Marruecos y unas faldas caladas, a manera de manto y saya, componiendo un modelo grotesco, siendo este el único traje usado en la actualidad como traje típico de la isla.
Bibliografía
- VVAA
Canarias, 2000, Madrid: Agedime S.L.-Editorial Mediterráneo {{{nombre}}} {{{apellidos}}} Canarias, 2000, Madrid: Agedime S.L.-Editorial Mediterráneo, ISBN 84-7156-274-X “'”