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Iglesia Matriz de Santa María de Guía

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Iglesia Matriz de Santa María de Guía
Santamariadeguia.jpg
Tipo Iglesia Matriz
Advocación Nuestra Señora de Guía
Ubicación Santa María de Guía,
Coordenadas Error en la secuencia de órdenes: no existe el módulo «Wikidata».
Uso
Diócesis Diócesis de Canarias
Arquitectura
Fundador Sancho de Vargas
Estilo arquitectónico Neoclásico


La localidad norteña de Santa María de Guía en el norte de Gran Canaria, se encuentra a unos 20 km de distancia de la Capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria. El casco antiguo de Santa María de Guía, junto con su Iglesia Parroquial están declarados como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico según Real Decreto 2720/1982. La Iglesia se alza en el casco histórico de la Ciudad de Santa María de Guía y data del siglo XV.

Historia

En la fundación de la villa, hoy ciudad, de Santa María de Guía hay que destacar dos etapas sucesivas. La primera es la que se refiere a la culminación de la conquista de Gran Canaria y su incorporación a la Corona de Castilla. La segunda trata del enclave geográfico en que Sancho de Vargas mandó construir la primera y primitiva ermita.

Al finalizar la conquista en el 1483, don Pedro de Vera comenzó el reparto de tierras entre militares y nobles indígenas. En los primeros se encontraba Sancho de Vargas y Machuca, al que correspondieron unos terrenos situados en la Vega de Agáldar, a un cuarto de legua de la Iglesia Matriz de Santiago de los Caballeros de Gáldar, en el lugar conocido como la Loma de Caraballo; en ese lugar fundó Sancho de Vargas una ermita dedicada a Nuestra Señora de Guía.

La Iglesia no pudo ser acabada antes de que Sancho de Vargas, marchara a Tenerife en el año 1500. En torno a esa ermita fue creciendo un pueblo. En los años de la década de 1500, la entonces ermita de Santa María de Guía se desglosa del "beneficio" de Gáldar, para erigirse como Parroquia independiente. Tal disposición, que data del 15 de diciembre, fue tomada por el Rey de España y Emperador de Alemania Carlos V y por doña Juana, su madre; y en ello ordenan al entonces obispo Fray Juan de Salamanca, que los dos Beneficios de Telde y Gáldar se dividieran. Sin embargo, será a partir de 1565 cuando la parroquia de Guía funcione como tal.

Hacia finales del siglo XVI, la ermita de Santa María de Guía, de única nave, poseía tres retablos con pequeñas imágenes y lienzos pintados. Con el paso del tiempo, la Villa de Guía fue creciendo. La ermita se hizo pequeña y fue deteriorándose hasta el punto de tenerse que apuntalar porque amenazaba el derrumbamiento. Esto ocurre el 22 de febrero de 1602, cuando el Provisor don Gonzalo Hernández de Medina anuncia que sería conveniente reedificarla y ampliarla. Posteriormente, en el siglo XVIII, se edificó la actual iglesia. Toda obra arquitectónica abarca una serie de etapas. En el templo guíense observamos:

  • El período de tanteo abarcaría desde 1602 hasta el año de 1665, con interrupciones en la construcción de casi 20 años: desde 1624 a 1648. El 22 de febrero de 1602, el Provisor don Gonzalo Hernández de Medina hace saber que la primitiva ermita mandada a construir por Sancho de Vargas presenta peligro de ruina, aparte de ser un local pequeño para el creciente número de fieles. A tal efecto propone una ampliación y reconstrucción de la pequeña ermita, para lo cual se compran dos casas contiguas a la iglesia. El Provisor nombra responsable de la construcción a don Nicolás Franquis, regidor de la isla, y a don Alonso Gómez Castrillo, que había de actuar como supervisor de las obras. En 1614 la iglesia muestra ya su nueva estructura. Desde 1624 a 1648 las obras se paralizan, levantándose tan sólo la capilla de la epístola. En 1648 se ejecutan las obras de la carpintería y artesanado. El 16 de mayo de 1653 se comienzan las obras del arco colateral de la capilla mayor. En enero de 1665 se realizan las obras de arquerías, aprovechando los pilares de la antigua iglesia, bajo la dirección de Pedro Hernández, de Matías Hernández y de Antón Pérez, maestros de la fábrica. En este mismo año se efectúan la carpintería, los desagües, la decoración y otras labores.
  • El segundo período, correspondiente a la construcción de la capilla de San José, data del año 1740. Don Baltasar Rodríguez de Niz y Quintana manifiesta que "0por su gran inexplicable devoción y por los infinitos favores recibidos de San José decidió dar culto a su imagen". El obispo don Pedro Manuel Dávila y Cárdenes concede su permiso de construcción en un decreto de 29 de abril de 1735. Asimismo, nombra a don Baltasar patrono de la capilla.
  • Al tercer período, o de José Luján Pérez, corresponden las obras de fachada y torres debidas al imaginero guíense, quien por entonces contaba tan sólo con 24 años.

La población de Santa María de Guía aumentó a lo largo del siglo XVI, lo cual, hacia fines de la centuria instaurada, hace que la antigua ermita de la Villa quede insuficiente para albergar al creciente número de fieles.

En 1607 ya se estaba trabajando en el nuevo templo parroquial, que se construyó en el mismo solar del primitivo. Según Pérez Navarro, el 26 de octubre de 1619 se trasladan los cultos, a fin de facilitar el proceso de la construcción del nuevo templo. Las obras de éste, sin embargo, marchan a un ritmo lento, debido a una serie de discordias entre los patronos y los vecinos del municipio. Tan fuerte debió ser la discordia entre patronos y vecinos, que el propio obispo de la Cámara y Murga amenaza con dar licencia a los vecinos de la Villa para que las obras las realizasen directamente, exonerando a los patronos de los derechos que ostentaban sobre la fábrica del templo.

Durante el largo espacio de tiempo en que la construcción de la iglesia estuvo puesta en manos de los vecinos. Con la obra de Antón Pérez, efectuada en la segunda mitad del siglo XVII, el templo que se construye va adquiriendo estructura de planta basilical, en el conjunto que existía en ese entonces en su interior es, aproximadamente, el que vemos en la actualidad, exceptuando algunos detalles que se irían añadiendo o reformando con posterioridad. Así, pues, el interior del templo es el siguiente: Planta basilical, de tres naves, acabadas en dos capillas colaterales las de los extremos y en presbiterio y capilla mayor la central. Por diversas devociones particulares, dicha planta se vería aumentada por tres capillas laterales, dos que comunican con la nave de la Epístola y la tercera con la del Evangelio. Encintramos dos series de columnas de orden toscano, de escasa altura, que arrancan partiendo de bases cuadrangulares. Sobre ellas y enlazándolas se disponen arcos de medio punto.

Estilo y Descripción

El estilo externo de la iglesia es neoclásico. La decoración es escasa, predominando un sentido de austeridad. Fue realizada por José Luján Pérez en el que su preocupación al realizar esta fachada, fue que predominase la armonía.

La planta es rectangular, flanqueada por dos torres de planta cuarada. Su fachada ofrece tres partes en un mismo plano; la central corresponde a las portadas y las dos laterales quedan enmarcadas por las torres. Como únicos elementos decorativos vemos los frontones curvos y partidos, las veneras, el sinuoso cornisamiento y la cantería que resalta ante la enjalbegada fachada.

En el interior de la iglesia, llama la atención la diferencia de estilos arquitectónicos: colonial, gótico y renacentista, perfectamente conjugados.

Vidrieras

La Iglesia Matriz de Santa María de Guía tiene en total ocho artísticas y destacables vidrieras realizadas por la casa de los hermanos Mauméjean, prestigiosos artistas. Son de gran y significable tamaño con representación de varias advocaciones marianas y de otros santos y alegorías. Entre las más destacadas y las más importantes destaca, la que representa y la imagen de la Virgen de Guía. Tiene un gran valor también las vidrieras que reproducen la imagen de la Virgen de las Mercedes de José Luján Pérez; estas dos vidrieras están colocadas en lo alto de las dos puertas laterales. Otras dos representan a San José y a Santa Teresa y en la capilla del Calvario aparecen otras dos con reproducciones del Corazón de Jesús y el Corazón de María.[1]

Imaginería

Posiblemente las imágenes que gocen de mayor devoción y por lo tanto las más importantes de la Iglesia Matriz de Santa María de Guía sean las imágenes de san José y Nuestra Señora de Guía. En la Iglesia Matriz de Santa María de Guía se encuentran esculturas de José Luján Pérez, lo cual la convierte en verdadera casa-museo.

José Luján Pérez

 Artículo principal: José Luján Pérez

Entre ellas podemos destacar:

  • En el altar mayor, realizó el retablo del templo matriz. No se sabe con exactitud la fecha en que Lujan concluyó las obras de este retablo, si bien podemos situarla con anterioridad a 1799, año en que terminó el Cristo de cedro que corona el ático. El estilo que predomina es el neoclásico, aunque todavía podemos ver en él retrasos del barroco. Lujan se muestra más clasicista en la construcción del retablo, quizás por su estructura arquitectónica.
  • La Virgen de las Mercedes, situada en la capilla del mismo nombre. Esta imagen podemos considerarla como una de las obras más barrocas del polifacético Lujan; barroquismo que se nota, sobre todo, en el vuelo de los paños y en la postura casi bailarina de la imagen. El rostro de la Virgen aparece impasible; dirige su mirada al espectador y su mano parece bendecir.
  • San Sebastián. Actualmente se encuentra en la Iglesia Matriz de Santa María de Guía, para su mejor custodia; pero su lugar es la ermita que lleva el mismo nombre.
  • El Cristo del Calvario.
  • El Señor Predicador de la Montaña
  • El Señor en el Huerto de los Olivos

Nuestra Señora de Guía

 Artículo principal: Virgen de Guía

La devoción a Nuestra Señora de Guía data de los años de la conquista. Así, Sancho de Vargas levantó una ermita en su honor. Según cuenta la tradición, la imagen de la Virgen de Guía llegó al puerto de Agaete. Su destino era la ciudad de Telde. Cuando pasó por Santa María de Guía aumentó de tal forma su peso que todo intento de moverla fue imposible. Al llegar al templo parroquial, la imagen volvió a adquirir ligereza, por lo que los guienses entendieron que la Virgen había elegido esta ciudad para asentarse.

Se trata de una escultura de bulto redondo. Está toda ella recubierta de tejidos bordados; tan sólo queda a la vista su cara y sus manos. Muestra un rostro sereno, donde el contraste de luz y sombra le da una expresividad concreta y realista.

En 1838 se le hizo un primer camarín. En la actualidad posee uno nuevo, impulsado por el que entonces fuera párroco de la Iglesia Matriz don Bruno Quintana y asesorado por el que fuera Cronista Oficial de la isla de Gran Canaria y fundador de la Romería del Pino, Néstor Álamo.

San José

La otra imagen es la de San José, escultura que presenta una total simetría muy del gusto popular. Observamos una serie de arcaísmos: en primer lugar, lo ya dicho de su total simetría; en segundo término, la colocación de los pies hacia afuera, uno un poco más adelantado para dar sensación de movimiento que, sin embargo, no se logra por la postura del resto del cuerpo.

Arsenio de las Casas

De don Arsenio de las Casas Martín, autor también de la imagen de María Santísima de la Esperanza de Vegueta, encontramos una imagen de San Juan.

Otros

De autores desconocidos encontramos:

  • Santa Verónica
  • El Nazareno

Referencias

Véase también