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Puntagorda

De EnciclopediaGuanche

Puntagorda

Puntagorda bandera.png Escudo de Puntagorda.png

LP Puntagorda.jpg

Archipiélago: Islas Canarias

Isla: La Palma

Comarca: [[]]

Código postal: 38789

Ubicación: 28°45′ N 17°58′ O

Altitud: 600

Altitud mínima:

Altitud máxima:

Superficie: 31,10

Población: 2.108

Fundación:

Densidad: 67,78

Gentilicio:

Patrón: San Mauro Abad

Patrona:


Puntagorda es un municipio canario situado en el noroeste de la isla de La Palma, perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Tiene una extensión de 31,10 km² y una población de 2.108 habitantes (Instituto Nacional de Estadística[1], enero 2009). Su casco se situa a una altitud es de 600 metros sobre el nivel del mar y tiene una longitud de costa de 8,80 km. Es el municipio más occidental de la isla, se encuentra delimitado al norte por el barranco de Hizcagua, que lo separa del municipio de Garafía, al sur linda con Tijarafe por medio del Barranco de Garome.

Paisaje

Puntagorda es una localidad fundamentalmente agrícola, destacando en la agricultura de medianías con pequeñas explotaciones hortícolas, de aguacate, naranja, limón, papas y almendreros. Precisamente el municipio es conocido por sus almendreros, que florecen entre enero y febrero, celebrándose desde 1975 la Fiesta del Almendro en Flor. Otra característica del paisaje puntagordero son sus pinos: ligado a la actividad ganadera se aprovechan las ramas y hojas del pino verde (en vez de recoger el pinillo seco del suelo), dando lugar a un peculiar paisaje de pinos podados con forma cilíndrica y alargada. Por encima del casco de Puntagorda se encuentran los viñedos, elaborándose un vino de reconocido prestigio. El bosque de pino canario se extiende desde las altas laderas que bordean la Caldera de Taburiente, hasta las zonas de medianías, fundiéndose con los cultivos y los caseríos que forman un poblamiento muy disperso. La orografía de Puntagorda se caracteriza por unas laderas que desciende con una importante pendiente desde la cumbre hasta el acantilado costero que alcanza una gran altura; esas laderas son cortadas por numerosos barrancos, en algunos casos de enorme profundidad.

Historia [2]

Periodo auarita

En el periodo auarita, la sociedad indígena desarrolló una economía productiva de tipo ganadero basada, fundamentalmente, en la cabra y, en menor medida, la oveja y el cochino. Practicaban el pastoreo con trashumancia estacional, aprovechando los pastos de medianías-costas en invierno, y los pastos de la cumbre en verano. En torno a las cuevas o cabañas de habitación se realizaban distintas actividades como la elaboración de cerámica, utensilios de hueso y piedra, y tratamiento de pieles y vegetales para la elaboración de vestidos.

El municipio cuenta con un importante registro arqueológico en lo que respecta a las manifestaciones rupestres de las poblaciones que habitaban este territorio, destacando las espirales y meandros. Son significativos los grabados del Barranco de Agua Dulce y Montaña de Bravo, La Degollada de las Palomas y La Cabecera de Izcagua. También destaca el conjunto de cazoletas y canales del Lomo Muerto o la Montaña de la Negra, en la zona costera, relacionados con actividades rituales de culto a las divinidades.

En el momento de la conquista de la isla, el territorio que hoy corresponde al municipio de Puntagorda estaba integrado en el cantón de Tijarafe o Hiscaguan, siendo su jefe Atogmatoa.

Antiguo Régimen

Debido, en parte, a la destrucción de buena parte de los archivos históricos tras el ataque de Van der Does a Santa Cruz de La Palma, apenas hay noticias del establecimiento de colonizadores europeos en la zona de Puntagorda en los primeros momentos posteriores a la conquista. Con todo esto, la zona de Puntagorda permaneció al margen de la nueva economía productiva de exportación basada en la caña de azúcar, donde tenía una gran importancia el control del agua (además de la tierra). Por tanto, Puntagorda orientó su economía al abastecimiento de la propia isla, continuando la actividad ganadera (desarrollando su labor como pastores los auaritas que venían desarrollando esta actividad desde siglos atrás), e iniciándose el cultivo extensivo de cereal de secano, en unas tierras pertenecientes a grandes propietarios que residían en Santa Cruz de La Palma. A lo largo del siglo XVI comienzan a llegar nuevos pobladores al territorio, fundamentalmente campesinos y artesanos portugeses que se van a dedicar al cultivo de la cebada, el centeno y el trigo, así como a la explotación de los recursos forestales. Comienzan a construirse las primeras viviendas modernas de Puntagorda, inicialmente sencillas edificaciones de piedra con cubierta a dos aguas hecha con un armazón de madera de pino canario recubierto de tejas. Se construye una ermita dedicada a San Amaro Abate, santo muy venerado en Portugal, cuya traducción al castellano es San Mauro Abad. Se sabe que, hacia mediados del siglo XVI, ya estaba construída esta ermita, ya que aparece citada en un acta testamentaria de 1553. El hábitad, inicialmente disperso, se irá concentrando en torno a la ermita de San Amargo, Fagundo, El Roque y El Pinar. Puntagorda llega a contar con un pósito y un juzgado situado junto a la iglesia de San Amaro.

En el siglo XVII comienza a decaer la explotación forestal (habiendo sido la brea uno de los recursos fundamentales]], llegando a exportarse a Madeira por el Puerto de Gutiérrez, principal vía de comunicación marítima de Puntagorda), a la par que se inicia el cultivo de la viña, junto a productos hortícolas de subsistencia (coles) y frutales (higueras, perales, cirueleros...). Comienzan a trazarse los rudimentarios caminos de herradura que conectan Puntagorda con las otras poblaciones de la isla, siguiendo los ejes norte-sur y costa-cumbre. Puntagorda comienza a contar con alcadía pedánea y con un beneficio parroquial con sacerdote propio.

Almendreros en Puntagorda.

En el siglo XVIII el Puerto de Gutiérrez es sustituído por el Purí o Poris de Puntagorda (término portugués]] como principal vía de comunicación martítima puntagordera, siendo pequeños fondeaderos naturales situados en regiones de difícil acceso en una costa acantilada. La diversificación agrícola que tiene lugar en esos momentos supone un retroceso del pinar y desaparición del bosque termófilo (palmeral, drago, acebuche, etc. quedando algunos significativos restos de esta vegetación termófila) en beneficio de los nuevos cultivos. Puntagorda se convierte en la principal productora de centeno de la isla, pero sobre todo destaca el inicio del cultivo del almendrero, convertido hoy en uno de los símbolos del municipio, y cuyo cultivo podía alcanzar las cotas de 1.200 metros de altitud sobre el nivel del mar. Importadas desde América, comienzan a cultivarse también las primeras tuneras para el aprovechamiento de sus frutos, los tunos, si bien la máxima expansión de la tunera tiene lugar en el siglo XIX, destinada al aprovechamiento de la cochinilla.

Durante todo este perido, la población de Puntagorda fue en su inmensa mayoría campesina, trabajando en tierras que pertenecían, en buena medida, a grandes propietarios que no residían en este territorio a los que debían tributo. Era una sociedad aislada, alejada de la economía mercantil, sometida a fuertes presiones por parte de los terratenientes y que encontraba su refugio en la religión, siendo la iglesia uno de los principales poderes locales.

Edad Contemporánea

Las Cortes de Cádiz supusieron la superación del antiguo municipio-isla y la creación del municipio de Puntagorda en 1812. Sin embargo, la restauración de la monarquía absoluta con Fernando VII echó abajo estas reformas. En 1833, Puntagorda recupera su municipalidad, instalándose el primitivo ayuntamiento en una zona del actual barrio de El Pinar. Aún así, la sociedad puntagordera mantendrá a lo largo del siglo XIX las mismas características del periodo anterior, una sociedad campesina, aislada, sometida a los grandes propietarios y con deficientes vías de comunicación terrestres (en un territorio de orografía muy accidentada) que llevó a que la principal vía de comunicación con el exterior fuera el Porís.

La segunda mitad del siglo XIX, si bien nominalmente se trataba de un sistema liberal, en la práctica, mediante la manipulación electoral y otras prácticas de presión sobre el campesinado, bajo un sistema que ha venido a denominarse caciquismo, supondrá que la clase trabajadora (mayoría de la población) siga económica y políticamente sometida a los grandes propietarios adinerados, que controlarán las nuevas instituciones municipales. Pocos cambios experimentará el municipio en estos años, salvo la ya mencionada explotación de la cochinilla y la aparición, en 1836, de una escuela de instrucción primaria, de tipo religioso y creada por el padre José Hernández Carmona. Las desamortizaciones no supondrán tampoco grandes cambios en torno a la propiedad de la tierra, salvo la aparición de pequeños propietarios campesinos minifundistas, pero que en muchos casos deberán seguir trabajando en las tierras de los grandes propietarios.

En estas circunstancias, la emigración (principalmente a Cuba) suponía la principal salida de la población campesina ante las penurias económicas, sirviendo además de contención a posibles protestas sociales, de este modo, las clases más desfavorecidad, en lugar de enfrentarse al poder, emprende la huída en busca de mejores condiciones de vida. La construcción de infraestructuras hídricas y viarias e la década de los años 1920 y 1930, se hicieron de manera muy lenta por falta de recursos. La Segunda República Española supuso algunos intentos de democratizar realmente la vida política, apareciendo las primeras organizaciones obreras, e incrementando las dotaciones a las escuelas primarias, pero los partidos políticos tradicionales, vinculados a los terratenientes y clases adineradas y expresión del poder caciquil, seguirán teniendo un fuerte poder en los municipios rurales como Puntagorda, si bien ese poder va siendo, poco a poco, desplazado por los partidos políticos de izquierda y republicanos. La Guerra Civil española y la imposición de la dictadura franquista supone una vuelta al poder de esos grupos oligárquicos tradicionales, ahora bajo el partido único de la Falange Española Tradicionalista de las JONS. Se inicia desde 1936 una fuerte represión política contra los miembros de las instituciones y organizaciones republicanas y de izquierda, con persecusiones, desapariciones y asesinatos, estableciéndose un régimen policial. Los años de postguerra se caracterizan también por fuertes penurias económicas, con escasez de alimentos, la imposición de una economía de racionamiento y, con ella, su otra cara, el extraperlo. De nuevo la población busca su salida en la emigración, esta vez hacia Venezuela, siendo una emigración clandestina en los primeros momentos. Puntagorda vive así una fuerte despoblación.

Las infraestructuras de carreteras, captación y canalización de aguas, escuelas, etc. diseñadas en los años 50, se acometerán lentamente e irán llegando a cuentagotas a Puntagorda, pero considerándose, por parte de las autoridades franquistas, como prioritaria la construcción de una nueva iglesia en el Pino de la Virgen, más cercana a la capital municipal que la Iglesia de San Amaro, situada en una zona que se había ido despoblando. También se construye el nuevo edificio del ayuntamiento.

La población seguirá practicando una economía agrícola y ganadera de subsistencia. Servicios básicos como la luz eléctrica, el agua corriente, el empichado de las carreteras y el teléfono, no comienzan a llegar hasta las décadas de 1970 y 1980. En 1975 se crea una nueva festividad laica, la Fiesta del Almendro.

Pese a que la llegada de la democracia y la celebración de elecciones municipales democráticas en 1979 se tradujo en una mayor diversidad ideológica y la desaparición de la persecusión política por cuestiones ideológicas, los progresos en las condiciones de vida de la población siguieron siendo lentos. Sí se inicia un nuevo desarrollo agrícola en la costa, destinado a la exportación, con el cultivo del plátano y, principlamente, el tomate, llegando a producir Puntagorda alrededor del 70% de la producción tomatera de la isla en las décadas de 1970 y 1980. También se trata de fomentar la educación con la creación de un centro de Formación Profesional (FP) en El Pinar en la década de 1980, con los ciclos de formación profesional administrativa y agraria, pero con pocos resultados; este centro sería reconvertido en un Instituto de Eduación Secundaria, esta vez con mayor éxito y beneficiando al desarrollo del municipio, frenando el fuerte proceso de despoblación que vivía la comarca.

En la década de 1990 se inicia un proceso de mayor diversificación agrícola (tras el abandono del cultivo cerealero), con aguacates, verduras, cítricos y hortalizas, y el desarrollo de actividades derivadas como la producción del vino y de pequeñas fábricas artesanales de repostrería a partir de la almendra. También comienza a desarrollarse tímidamente el sector servicios. Los últimos años también han supuesto la instalación en el municipio de familias alemanas. La implantación de la Agenda 21 también ha beneficiado el desarrollo municipal. El Mercadillo del Agricultor de Puntagorda también ha beneficiado al desarrollo local.

Población

Año Población Densidad
1991 1.802 57.95/km²
1996 1.798 57.81/km²
2001 1.675 54.03/km²
2002 1.823 58.62/km²
2003 1.789 57.52/km²
2004 1.708 54.91/km²
2006 1.962 63/km²
2007 1.974 63,47/km²
2008 1.955 62.86/km²
2009 2.108 67,78/km²
Puntagorda.

Referencias


Véase también:

Enlaces externos




Norte: Garafía
Oeste: Océano Atlántico Puntagorda Este: El Paso
Sur: Tijarafe